El sábado en la noche empatamos 1 a 1 ante Sud América y perdimos la oportunidad de quedar primeros en el Clausura, así como nos alejamos a 3 puntos en la Tabla Anual.
Si bien en los últimos 20 minutos hicimos méritos como para ganar, la verdad es que en el trámite de los 90 minutos, rescatamos un punto.
Pero más allá de los vaivenes del juego, de los goles errados por uno y otro equipo, del dominio del juego, de la tenencia de balón y todo eso; la sensación que quedó tras el partido y durante el mismo es que Munúa decidió poner suplentes y una vez más fuimos un desastre y no pudimos ganar.
Una cosa es rotar el equipo, cambiar pieza por pieza; y otra es poner suplentes, desfigurar completamente al equipo y poner 11 tipos a hacer lo que salga en cancha.
No digo que eso haya sido lo que hizo Munúa, pero sí fue lo que pareció.
El primer tiempo fuimos un cúmulo de errores. Sud América nos dominó completamente, sin necesidad de meterse muy atrás, y tuvo 3 ó 4 chances de gol claras sobre el arco de la Amsterdam, casi todas ellas mal definidas (una bien tapada por Conde, la cual terminó en tiro de esquina). Nosotros tuvimos un par de jugadas de gol, pero nada prolijo, nada claro: un par de intentos individuales de Nico López, y un par de pelotas en el área chica en las que no pudimos definir.
Cerca del final del primer tiempo, un infantil error entre Victorino y Espino, con una salida en falso de Conde que decoró el espectáculo, terminó en el merecido gol de ellos. 1 a 0 y la situación era lamentable de cara al segundo tiempo.
Para esa segunda mitad Munúa ensayó dos cambios, pero ni siquiera así reencontramos el rumbo. Durante los primeros 10 minutos, fuimos con rebeldía, pero sin claridad contra el arco rival, y Sud América tuvo 3 ó 4 contragolpes en los que pudo liquidar el juego.
Recién tras el tercer cambio (la entrada de Barcia por Cabrera), el equipo encontró por fin su juego y rápidamente llegamos al empate. Corrida de Tabó por izquierda, pase a Espino, centro bajo, Fucile llegando por el otro lado y la pelota le quedó a Barcia, quien definió fuerte y concretó el 1 a 1.
Poco después, una jugada similar casi termina en el segundo nuestro, y así, a partir de los 20 minutos de esa segunda mitad, por fin dominamos el juego. López y Tabó tuvieron un par de chances cada uno, hubo varias pelotas metidas al medio a las cuales nadie llegó, y lamentablemente el partido terminó con empate.
Y el bicampeonato se nos ha vuelto a complicar totalmente.
Jugamos con Conde (floja salida en el gol, pero no fue culpa de él realmente; antes tuvo una atajada importante); Fucile (deambuló por la cancha en el primer tiempo, y en el segundo tuvo un par de subidas correctas -en la marca sigue en el debe-; jugamos poco por su lado en esa segunda mitad), Cabaco (empezó flojo, pero fue mejorando, igualmente no terminó de convencer), Victorino (dio ventajas con el perfil cambiado, el gol rival fue culpa suya) y Espino (mal primer tiempo, pero buen segundo tiempo; criterioso cada vez que subió y decidió centrear por bajo -cada vez que elevó la pelota la mandó a las nubes, pero por abajo metió peligro-), González (no se notó que haya jugado, salvo por un tiro libre mal tirado -¿por qué tiró los tiros libres y los córners si jamás los ha ejecutado bien y en cancha estaban Victorino, Tabó y Porras?-; creo que con esta actuación ha firmado su salida del club, lamentablemente, porque ya no se ve cómo puede aportar algo), Porras (fue el único que marcó en el primer tiempo, pero le faltó claridad en las subidas, más allá de un par de pases notables, de esos que debería hacer más por partido en lugar de empecinarse con pasarla atrás) y Cabrera (empezó horrible, parecía un exjugador; pero fue mejorando hacia el final del primer tiempo, juntándose tanto por izquierda como por derecha con los laterales y punteros, pero le faltó peso); Tabó (fue lo mejor del equipo, especialmente en el segundo tiempo; sólo falló en los córners, pese a las esperanzas de buen tirador que nos había dado contra EL Tanque), López (sigue obsesionado con el gol y sus remates son o pases al arquero o tiros fortísimos que se van lejos del arco, tiene la mira torcida y la pólvora mojada, como ya he dicho desde hace algunos partidos; y lo peor es que no se conecta tanto con los compañeros y busca sólo la jugada individual) y Gamalho (jugó como uno de esos exjugadores en partido de despedida: un par de pinceladas de clase, pero falto de ritmo, lejos del área, fácilmente dominado por arriba y por abajo). Ingresaron Fernández, Barcia y Carballo (los tres cumplieron, especialmente Barcia por el gol y Fernández por un par de pases muy buenos; la clave fue que con Carballo junto a Porras, el medio por fin se hizo fuerte, y con 4 arriba logramos por fin abrir la defensa rival, algo que González y Cabrera jamás supieron hacer viniendo de atrás).
El miércoles jugamos contra Corinthians por Copa Libertadoes, y con un empate con goles pasaremos a Cuartos de Final. Luego de eso, el fin de semana, jugamos la fecha previa al clásico ante Racing y hay que ganar o ganar para seguir con vida en este torneo.
No queda otra en lo local: hay que ganar los 5 partidos, o nos quedamos sin el bicampeonato. Sin experimentos raros, con seriedad y con mucha entrega de parte de todos los jugadores, es algo que podemos hacer.
Y dejar afuera al Corinthians también es posible.
Vamo' Nacional!
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