Luego de un retraso de casi hora y media a raíz de un incidente bizarro ocurrido entre la policía y el DT rival antes del juego, el sábado pasado derrotamos a Fénix 1 a 0 y continuamos en la lucha por el Torneo Clausura y la Tabla Anual (nuestros tres rivales directos ganaron también, así que continuambos segundos en ambas tablas).
Fue uno de los mejores partidos del equipo, quizás opacado por la notoria falta de definición del equipo en las cercanías del área. El partido se resumió en todo momento a nosotros teniendo la pelota y el rival buscando la salida rápida aprovechando la velocidad del delantero Watermann, sin inquietarnos mayormente durante los 90 minutos, salvo por un penal (mal sancionado) errado y una pelota del ya mencionado delantero tras un centro.
En el primer tiempo tuvimos el control de las acciones de principio a fin. La presencia de Porras en el medio significó una mejora notoria en la contención del equipo, ya sea por acciones propias, como por el ordenamiento de sus compañeros. Jugamos casi todo el tiempo en la mitad de cancha rival, pero no logramos crear demasiadas chances de gol (la más clara fue un centro por la derecha, con Espino yendo al primer palo y Fernández al segundo; pero el primero pifió la pelota y el segundo la elevó de tal forma -sin arquero- que dio en el travesaño).
Fénix tuvo una única jugada de riesgo real (amén de tiros lejanos sin precisión): un penal de Polenta tras corrida frenética de Watermann (agarrón de ambos, el delantero se lanzó al piso cual nadador olímpico y el juez compró), pero Pérez tiró la pelota a Jaime Cibills (3 metros por arriba del travesaño, más o menos).
En la hora de la primera mitad, y cuando más presionábamos en busca del gol, Cavallini se hizo echar tontamente tocando una pelota con la mano e iniciando el contragolpe. Amarilla, ya tenía otra por una de dos patadas duras que pegó (debió irse expulsado antes), y Fénix quedó con uno menos.
Esto nos facilitó el segundo tiempo, que fue totalmente nuestro salvo por un par de esporádicas subidas del rival por el lado de Fucile. A los 5 minutos, tras un córner, López abrió la pelota de taco por izquierda a Espino y éste, pisando el área, la cruzó notablemente para decretar el 1 a 0. Golazo del lateral, quien se merecía algún gol, después de varios remates en otros partidos que habían pasado cerca.
El resto del partido fue un monólogo nuestro, pero nos faltó el tiro del final. Impreciso López, lejos del arco Barcia y Ramírez, apenas inquietamos con remates de Porras y Carballo no demasiado esquinados y bien controlados por el arquero.
Y el partido se fue así, con un escaso 1 a 0 que dejó la sensación positiva en cuanto al juego en general (tanto ofensiva como defensivamente) pero con la sensación de que nos falta la última parte del libreto: la de la definición. Incluso en los minutos finales Pallas se fue de 9 y el rival jugó con un sólo zaguero y con Tito Ferro bajando, pero ni así logramos vulnerarlos (no ayudó la entrada de Gamalho ni la de Tabó, que poco hicieron).
Jugamos con Conde (atrapó dos pelotas que le fueron a las manos y no fue más exigido que eso); Fucile (correcto primer tiempo, bajó el rendimiento en el segundo, tanto en la marca como en la subida -Barcia perdió todo el partido con Álvez, y él jamás lo ayudó-), Victorino (seguridad en la salida y en el juego aéreo, tuvo algún problema en el retroceso, especialmente con el veloz Watermann), Polenta (cerró a espaldas de todos: de Espino, de Victorino y de Fucile; él es nuestra defensa, los demás bien pueden cambiarse) y Espino (terminó mal casi todas sus subidas cuando apostó por tirar el centro -es su problema: no sabe centrear- pero tuvo un par de buenas corridas en las que buscó algo más: en el primer tiempo peleó una pelota a lo 9, en el segundo pateó al arco y dio la victoria; así que fue un buen partido suyo-); Porras (le dio la seguridad en el medio que le faltaba a este equipo) y Carballo (juega prolijo la pelota y marca, no se puede pedir más; casi podría decirse que hoy es más titular que Romero); Barcia (dominado totalmente por Álvez, sólo le ganó una vez en el primer tiempo), Fernández (movilidad y picardía; mucha inteligencia para jugar, fue un azote permanente; pero falló en la definición y eso no puede seguir pasando, porque necesitamos sus goles), Ramírez (más en la marca que en el ataque, pero cumplió); y López (no brilló, sigue con la pólvora mojada, pero es indudable que es nuestro jugador de referencia en el ataque, ese al que todos prestan atención, facilitando la llegada de compañeros). Ingresaron Tabó y Gamalho (saliendo Barcia y Ramírez), pero ninguno influyó en lo más mínimo; es más, el equipo cayó ofensivamente con su ingreso (algo que también preocupa: los cambios de Munúa suelen empeorar el equipo, no mejorarlo).
En definitiva, buen triunfo, lo ya dicho, pero que quedó corto y acentuó la sensación de muchos (me incluyo) de que nos falta gol últimamente.
El miércoles jugamos en la Copa contra Corinthians (finalmente ése fue el rival, quien necesitaba 6 goles para jugar con nosotros y no con Racing, y los hizo) y hay que ir con todo para ganar.
Vamo' Nacional!
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