Si bien Newell's fue más y tuvo muchas chances de gol y seguramente -no nos engañemos- nos hubiese vencido igual la noche de ayer, la verdad es que faltando 18 minutos íbamos 2 a 2 jugando 11 contra 11 y todo podía pasar. Entonces llegó la expulsión de García, el 3-2 de ellos, la expulsión de Bava y el 4-2 definitivo, que consolidó nuestra octava derrota en los últimos 10 u 11 partidos disputados.
El partido comenzó favorable, con un zapatazo de Mascia desde fuera del área que se colgó en un ángulo a los 10 minutos. No había pasado demasiado hasta ese momento, ni pasaría mucho más en los minutos siguientes.
Newell's tocó bien la pelota, nosotros esperamos todos detrás del círculo central (una constante anoche ganando, empatando o incluso perdiendo, y que casi nos salió bien pese a lo exasperantemente defensivo de ello), y las jugadas peligrosas se dieron cuando buscaron con pases cruzados a espaldas de nuestros laterales o, más incisivas aún, cuando generaron superioridad por ese sector abriendo un punta y adelantando un lateral. Tuvieron 2 ó 3 chances claras de gol hasta que por fín empataron en un centro y un entrevero en el área.
Luego del 1-1 el dominio de ellos se acentuó, ganaron en confianza, tocaron la pelota con más precisión y pudieron haber pasado de largo. Igualmente, las dos chances más claras de gol fueron nuestras: un desborde de De los Santos (creo) por derecha, con un centro fuerte que Mascia punteó y dio en el palo, y otro tiro de afuera del área del propio Mascia que volvió a dar en el palo.
Con un poco de suerte podíamos haber terminado ganando ese primer tiempo, y la historia hubiese sido otra.
En el segundo tiempo la historia siguió incambiada hasta que ellos encontraron el 2-1 tras una floja respuesta nuestra en un córner. Ahí se dio algo curioso: nos fuimos arriba con todo, como si fuera la final del mundo, y a la defensa de ellos le temblaron las piernas. Fueron menos de 10 minutos, pero los metimos contra un arco, hasta que llegó un penal de Heinze medio absurdo -que hasta pudo ser tarjeta roja-. Ahí llegó el empate.
Y luego el partido fue un entrevero. Ellos generaron siempre mayor peligro que nosotros, pero nosotros, con pelotazos, presionando, peleando a muerte, los metimos en problemas. El partido se puso para cualquiera, hasta que Heinze se mandó una patriada cruzando la mitad de la cancha (mostrando él el temperamento que le faltaba a todo el resto de sus compañeros, muy apagados y timoratos en cada trancazo) y Rafa García le dio un codazo que le valió la roja.
Inmediatamente llegó el 3-2 y con uno menos se nos hizo cuesta arriba.
Luego, en un contragolpe, Bava calculó mal y tocó la pelota con la mano afuera del área: roja directa, nos quedamos con 9, y Scotti fue al arco porque no teníamos cambios.
Newell's tuvo todo para golear. Faltaban 10 minutos. 2 hombres de más. Nosotros sin golero. Y, sin embargo, las dos chances más claras de gol fueron nuestras: dos tiros libres al área, todos cargando, a puro corazón, pero en ambas ocasiones los cabezazos se fueron afuera.
Créanme: la defensa de Newell's fue un desastre y con apretarla un poquito hizo aguas tanto por arriba como por abajo.
Pasada la hora, y en un nuevo contragolpe, Newell's finalmente liquidó todo. 4-2 definitivo y, pese a la mejora por momentos, una nueva derrota.
Igualmente, pensando en el Uruguayo, fue un esfuerzo que valió la pena. Algunos jugadores mostraron algo positivo: Mascia, César, incluso Giménez. El peruano de enganche volvió a mostrar que puede aportar -marcando, no, pero pasando tiene criterio-. Juan Manuel Díaz aportó lo suyo. De los Santos... el propio García hasta la incomprensible expulsión se comió la mitad de la cancha...
Y pensando en el equipo rosarino, ojo: no sé si finalmente clasificarán. No en vano sólo nos han ganado a nosotros en esta Copa por ahora, y creo que de los 3 equipos, y pese a hacernos 8 goles en 180 minutos, es el que tiene mayor fragilidad defensiva. Si los colombianos ganan contra Grêmio, no sé si Newell's pasa esta fase.
En fin... sobre los demanes, nada que decir. Un desastre. Se veían venir (hubo un canto reiterado en la noche: "Newell's va a correr, la yuta también") y estaba claro que si nos hacían esperar, en la puerta en la que entra y sale la barra, se podía armar lío. Y se armó. Igualmente, quienes estábamos en otras puertas, ni nos enteramos. Fue un lío focalizado y en las escaleras. Afuera tampoco se notó nada, salvo la camioneta de los granaderos amagando atropellar gente que iba hacia los ómnibus y que -repito- ni se había enterado de nada.
Esperemos que esta gente que sólo va a armar lío, no entre más a la cancha. Y que quede la que va a alentar con el alma, como lo hicieron ayer las 15 mil personas que había, dándole para adelante a un equipo de suplentes, eliminado y que no le gana a nadie desde hace 2 meses (marcando las diferencias enormes que hay entre todas las hinchadas del país y la nuestra (cómo olvidar los insultos aurinegros en Sarandí, los golpes en Jardines cuando el franjeado perdió con River el año pasado; dos ejemplos de infinita amargura de otras hinchadas).
En definitiva, a seguir peleando. El sábado jugamos contra Liverpool en el Franzini, y hay que ganar sí o sí para seguir con vida. Luego llegará Defensor, y en un par de semanas más, el clásico (si Paul Macartney quiere que se juegue). ¡Hay que ganar o ganar todos los puntos!
Vamo' Nacional!
No hay comentarios:
Publicar un comentario