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domingo, 3 de noviembre de 2013

Una llamada de atención

El árbitro podrá aplicar la ventaja siempre que se cometa una infracción.

El árbitro deberá considerar las siguientes circunstancias para decidir si debe aplicar la ventaja o interrumpir el juego:

-la gravedad de la infracción; si la infracción implica una expulsión, el árbitro deberá interrumpir el juego y expulsar al jugador, a menos que se presente una oportunidad subsiguiente de marcar un gol

...

Si la infracción implica una amonestación, esta deberá imponerse durante la siguiente interrupción del juego. Sin embargo, a menos que exista una clara situación de ventaja, se recomienda que el árbitro interrumpa el juego y amoneste inmediatamente al jugador infractor.


(Extraído de "Reglas del Juego 2013/2014", pág 72-, archivo pútblico en FIFA.com)

Lo anterior, amén de servirle al señor Cunha para mejorar sus conocimientos sobre el deporte que ama y el trabajo que ejerce, sirve también para despejar algunas dudas instauradas por parte del periodismo desinformador deportivo de nuestro país, que pronuncia supuestas verdades sin fundamento -aprovechando la exposición mediática de la cual gozan-, desnudando sus propias impericias sobre el tema que les convierte en supuestos profesionales "expertos" (pese a que del tema conocen menos que la media de los espectadores que concurren al fútbol, evidentemente), a la vez que instauran realidades falsas, ya sea por negligencia o malicia.

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Ayer en la tarde perdimos ante Liverpool luego de 4 victorias consecutivas, en un partido de ida y vuelta en el que indudablemente la derrota estaba dentro de las posibilidades (y quizás fue lo más justo), pero que llegó tras una consecusión de fatalidades propias de nuestro equipo pero fundamentalmente de la terna arbitral.

La jugada en cuestión comenzó con una dura falta en el círculo central que habría significado la tarjeta roja para un jugador rival (por doble amonestación, al menos), pero que el árbitro deja seguir ante la sorpresa de nuestros jugadores y del rival. El chino Recoba fue el primero en despertar de la sorpresa y metió un pase largo a Alonso, quien es derribado al borde del área, pero la falta no es sancionada (allí los dos errores graves arbitrales). Inmediatamente contraatacó Liverpool el flaco Fernández despejó sin sentido hacia ninguna parte, De Los Santos se resbaló (aquí nuestros dos errores), y un jugador de ellos quedó sólo frente a Bava, y marcó el que sería el definitivo 2-1.

Luego de eso Liverpool se quedó con uno menos (el que debió ser expulsado cuando comenzó la polémica jugada), inmediatamente con 2 menos, y nosotros no supimos empatar (faltaban menos de 5 minutos), especialmente porque sólo apelamos a los pelotazos frontales. A nuestros jugadores (Álvarez, Díaz, Fernández, Calzada) les faltó la serenidad suficiente como para abrir la cancha y buscar centros de los costados; todos se fueron al área y esperaron los pases largos de Recoba, facilitándole la tarea a la defensa rival.

Así perdimos un partido que quizás merecimos perder, en el que jugamos bien hasta tres cuartos de cancha, pero más que nunca nos costó generar jugadas limpias de gol (al menos en la proporción justa, dadas las aproximaciones constantes que tuvimos), y sólo las derrotas sorpresivas de River -al mismo tiempo que nosotros- y hace escasos minutos de Danubio, nos permiten mantenernos en la punta en solitario.

Ya el primer tiempo había sido de ida y vuelta, pero bastante lento e impreciso de nuestra parte. Liverpool fue prolijo en sus ataques pero no inquietó demasiado pese a tener un poco más la pelota, en tanto nosotros no supimos crear demasiadas chances de gol (apenas recuerdo una de Cavallini, en el área chica, tras un córner o centro desde la izquierda).

El segundo tiempo fue más rápido. Arrancamos presionando y en uno de los muchos desbordes de Álvarez, llegó el 1-0 tras increíble gol en contra entre un defensa y el arquero de ellos. Lamentablemente, y aunque Liverpool se vio golpeado por el gol -pudimos haber hecho el segundo inmediatamente- a los 5 minutos llegó el empate. Tiro de esquina, rebote que quedó para un nuevo centro, y un mal movimiento de nuestra defensa, que fue en bloque a buscar cabecear, dejando el rebote servido a cualquier rival que llegara de frente (esto se repitió dos o tres veces más, y en ataque nos pasaba lo mismo: todos los nuestros cargaban, ninguno esperaba el rebote); tiro cruzado y 1-1.

Luego de eso Cavallini y Alonso tuvieron sus oportunidades pero las fallaron, y al final llegó el ya mencionado gol.

No podemos engañarnos pensando que perdimos por un error arbitral. Perdimos porque no supimos hacer goles, porque cometimos errores de procedimiento, porque el rival planteó mejor el partido (esto se podría discutir largamente, pero basta con marcar la insistencia de ambos puntas rivales de atacar por el lado de Scotti, recibiendo pases cruzados o largos de Pezzolano, que se paraba a espaldas de Álvarez cada vez que subía; nos conocían, y nosotros no a ellos, error endémico que tenemos desde hace años), porque hicimos mal los cambios (Cavallini no debió salir, Ramos quizás tampoco), y porque la suerte no puede estar siempre del mismo lado.

Lo positivo fue que mostramos muchos momentos de buen fútbol, y lo más negativo -aparte de la derrota- fue que mostramos una absoluta incapacidad de repentizar, de elaborar juego inteligente, en los momentos finales del partido, una constante en todo el torneo: al final nos desdibujamos (ya sea defendiéndonos para aguantar la victoria o atacando para buscar el gol).

Jugamos con Bava (nada que hacer en los goles, tapó una notable, tuvo alguna dificultad en centros que se abrían, pero redondeó un partido correcto); Álvarez (mejor subiendo que bajando), De los Santos (se resbaló por la cancha mojada en el segundo gol de ellos, pero fue el mejor en el fondo por su velocidad), Scotti (lo atacaron permanentemente, pero respondió) y Díaz (subió alguna vez, marcó bien su lateral, pero tuvo dificultades cubriendo las espaldas de Scotti); Calzada (no sé si ya lo dije, pero no me gusta que juegue tanto más adelante de Arismendi, no gravita en la marca -igualmente, cumplió-), Arismendi (fue lo mejor en el medio, tanto en la marca como en el pase) y Fernández (mal partido con la pelota en los pies, gravitó más en la marca que en el resto; el perfil cambiado no le favorece para nada, pero además anda falto de confianza a la hora de encarar, a la hora de dar un pase, a la hora de correr por la banda y a la hora de patear al arco: es preocupante, porque debería ser nuestra figura indiscutida y no lo está siendo ni por asomo); Ramos (una amarilla -que pudo ser roja- en el arranque del partido lo dejó imposibilitado de hacer el ida y vuelta o de presionar rivales, pero su tarea principal -la de enganche- la cumplió correctamente; sólo le falta habilitar mejor en profundidad, lo suyo por ahora son las triangulaciones con compañeros); Alonso (erró un par de goles, le pegaron mucho y se ofuscó, de todas formas fue lo mejor que tuvimos en ataque) y Porta (jugó menos de 5 minutos y se lesionó). Entraron Cavallini (errar goles le está quitando confianza, pero jugó bien, dentro de sus posibilidades, peleó todo, corrió, aguantó la pelota, se asoció con los compañeros, buscó el arco rival...), Recoba (buenos pases, participó activamente del juego, metió miedo al rival con la pelota en los pies, pero si se le puede achacar algo es la falta de rol conductor, de consejero: debe ser él quien le diga a sus compañeros cómo moverse para crear peligro, no basta con sus pelotazos para ganar), y el Morro García (lamentables minutos en cancha, se mostró lento, falto de reacción, hizo cuarenta faltas, horrible).

En definitiva, y luego de vistos los demás resultados, la derrota puede ser positiva si la tomamos como una llamada de atención, para corregir los múltiples errores que cometemos partido a partido, y para mostrarnos que ni 3, ni 4, ni 10 victorias seguidas nos harán ganar el siguiente juego; hay que trabajar cada partido individualmente y superar al rival no sólo con las individualidades, sino con el juego colectivo ya sea para crear situaciones de gol, como para impedir que nos las creen a nosotros; y así no depender del lamentable nivel arbitral de nuestro país (y el continente en general).

El jueves jugamos contra Defensor en el Franzini y hay que ganar o ganar!

Vamo' Nacional!

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