
Anoche perdimos 1-0 en el Centenario contra Boca y, aunque seguimos líderes del grupo y con una victoria más clasificaremos a los Octavos de Final, por como se dio el partido desperdiciamos una gran chance de ya estar clasificados y de poder regular el plantel hasta el final de la Fase de Grupos.
El equipo, como a lo largo de toda la temporada, mostró una llamativa inoperancia ofensiva. Y eso que jugamos con un hombre de más por 70 minutos, pero sencillamente no tuvimos ideas ni lucidez como para generar chances claras de gol (salvo esporádicas y circunstanciales). Eso, sumado al penal errado por Alonso y a un error grosero de Scotti haciendo un penal muy tonto, nos terminó costando los tres puntos, abriendo un enorme signo de interrogación sobre el futuro.
La victoria fue merecida y mostró la clara superioridad de un equipo con respecto a otro, en el aspecto técnico y en el juego colectivo. Esto último no es novedad, le costó el puesto a un técnico, y tampoco es algo inesperado siendo que Cacho Blanco y Gustavo Bueno llevan 10 días de trabajo nada más en el club.
No hay mucho que decir del partido. Boca jugó mejor en los primeros minutos, presionando, atacando por las bandas, todos buscando a Riquelme y triangulando con él; nosotros contragolpeamos poquito, por el lado de Bueno, pero jamás en bloque, siempre con los tres de arriba aislados esperando el milagro.
La primera vez en que sacamos un contragolpe con más gente, llegó el penal y la expulsión de un zaguero de Boca. Lamentablemente Alonso tiró muy mal el penal, un metro por encima del travesaño, y aunque los 10 minutos que siguieron fueron de dominio nuestro (de los 20 a los 30 ó 35), Boca pronto se acomodó en la cancha y disimuló muy bien el hombre de menos, volviendo a dominarnos y a inquietarnos constantemente.
El gol de ellos fue un penal cometido por Scotti sin ningún sentido en una jugada de pelota quieta, pues la pelota -en forma de centro- fue muy elevada y cayó en manos de Bava. Igualmente el zaguero tomó a un rival y lo derribó, completando así lo que fue un horrible primer tiempo de él (saltó a destiempo varias veces, permitiendo que la pelota lo sobrepasara, no anduvo bien en la marca e incluso erró algún pase).
En el segundo tiempo Boca se metió más atrás, pero nosotros mostramos una inoperancia absoluta, aun cuando Recoba ingresó por el Colo Romero. Luego ingresó Sánchez por Albín (puesto que éste perdió toda relevancia en el juego con la entrada del Chino -es increíble cómo aún ellos dos no combinan bien-) y más adelante entró Abreu por Bueno, cambio que no funcionó porque nos quedamos sin desborde y con un hombre esperando centros, no tiramos ningún centro.
El partido se fue muriendo poco a poco y, pese a que en los minutos finales tuvimos alguna chance de gol (un desborde de Núñez por derecha, un gol en offside de Alonso, un pase muy largo de Recoba a Abreu que hubiera dejado a éste mano a mano con el arquero y un mano a mano de Vicente Sánchez bien tapado por Orión), finalmente nada pudimos hacer y terminamos perdiendo un partido que pudo habernos significado la clasificación adelantada a la próxima fase, pero terminó siendo una alarma de cara al futuro. No por perder contra Boca, sino por no saber jugar 11 jugadores contra 10 durante 70 minutos.
El equipo formó con Bava (mostró seguridad las pocas veces que fue exigido); Núñez (lo de siempre: incansable pero impreciso), Scotti (malísimo primer tiempo, mejoró en el segundo), Álvarez (el experimento de ponerlo de zaguero terminó no siendo malo) y Díaz (tuvo un correcto partido, pese a algún desacierto en la marca y en las subidas); Colo Romero (casi no entró en juego, salvo en habilitaciones a Albín o Alonso), Damonte (corrió por toda la cancha, luchó, peleó, llegó a jugar de 9 por momentos, tuvo una chance de gol; fue de los mejores del equipo pese a su absoluta desprolijidad) y Hueso Romero (tampoco incidió mucho en el juego, ayudó a Díaz en la marca, tuvo alguna subida, pero se mostró demasiado displicente y falto de ideas con la pelota en el segundo tiempo -había metido algún pase a Alonso en el primero-); Albín (pinceladas de buen juego, pero desapareció en el segundo tiempo); Bueno (cometió el error de querer jugar con la pelota en lugar de jugar sin la pelota y correr más abriendo la cancha; igualmente tuvo tres buenas jugadas que llevaron peligro sobre el arco rival -el resto de las veces fue absorbido por la marca-) y Alonso (no tuvo un mal primer tiempo, pero el penal errado le quita varios puntos; en la segunda mitad chocó con Abreu en el área, pero igualmente se las arregló para desmarcarse constantemente... lástima que nadie le puso una buena pelota en todo el partido). Entre los ingresados Recoba alternó buenos pases con malos pases, no quiso patear al arco las pocas veces que pudo y levantó mal todos los córners, pero igalmente mostró alguna pincelada rescatable; Vicente Sánchez anduvo bien, generó bastante peligro sobre el arco de Boca, pero erró un gol y le faltó terminar mejor sus desbordes; Abreu, en tanto, apenas tocó la pelota los 15 minutos que jugó.
Una lástima esta derrota, pero debemos pensar que hace 10 días si nos decían que en dos partidos con Boca ganaríamos 3 puntos, todos firmábamos gustosos; así que no pasa nada. La chance está intacta, lo único malo es que el nivel mostrado sigue siendo bajo y que seguimos sin ser contundentes de locales (algo que igualmente pasa en todo el grupo, pues no ha ganado un solo local en 8 partidos). La realidad es que somos un equipo en formación (por los DTs nuevos) y cuyos antecedentes inmediatos no son alentadores; era demasiado esperar 3 victorias en 10 días en estas condiciones.
El 4 de abril nos jugamos todo contra Toluca y ganando estaremos en Octavos de Final.
Pero antes tendremos 3 fechas por el Uruguayo, que serán importantísimas. La primera contra Fénix el domingo, ¡y hay que ganar o ganar!
Vamo' Nacional!
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