
Ya han pasado unos días, pero bien vale la pena comentar lo que fue la gran victoria del jueves ante Boca en La Bombonera por 1-0.
Jugamos un partido casi redondo, con mucha concentración y dejando todo en la cancha y, si bien cometimos algunos errores (la mitad de las chances de gol de ellos fueron errores nuestros y no virtudes del rival), se puede decir que el desempeño del equipo fue inmejorable.
Jugamos con Bava; Scotti, Lembo, Cortez, Núñez; el Hueso Romero, Damonte y el Colo Romero; Albín; y Alonso y Bueno. La defensa jugó muy concentrada, aunque los cuatro cometieron un error cada uno en distintos momentos del partido que propiciaron una chance de gol para los locales (un despeje a la media luna de Núñez en el primer tiempo, un pase atrás de Scotti que recibió un rival, una subida de Lembo en la que perdió la pelota, y una pifia de Cortez que le quedó a Martínez dentro del área), de todas formas, controlaron muy bien durante todo el partido a los delanteros de Boca, desmoralizándolos casi por completo. En el medio, los tres volantes de marca hicieron un buen trabajo achicando espacios, e incluso Albín colaboró mucho en la marca y en la disputa de pelotas aéreas. Arriba estuvo lo más flojo del equipo, porque Albín no tuvo nunca la posibilidad de juntarse con los dos puntas, y éstos quedaron muy solos luego del 1-0; Alonso peleó las pelotas y las quiso aguantar, pero generalmente perdió, y Bueno corrió intentando desbordar, pero lo cerraron siempre y/o no tuvo a quién pasársela en el área.
En los primeros minutos hicimos alguna cosa interesante arriba, triangulando, con las subidas de los dos Romeros, y generamos algo de peligro. A los 19 llegó el gol, tras buena jugada de Bueno y una displicente marca de los defensas rivales. Centro de Albín, notable movimiento de Scotti para ganarle a todos y gran cabezazo para el 1-0.
Luego de eso Boca se fue arriba y tuvo tres chances seguidas para empatar, bien solventadas por Bava.
Nosotros seguimos intentando atacar durante unos minutos más, pero sin demasiado peligro y el primer tiempo se fue diluyendo con el 1-0 y con nuevos intentos locales de empatar.
La segunda parte fue sufrimiento constante. Nosotros nos metimos demasiado atrás y dejamos de intentar contragolpear para únicamente dársela a Alonso para intentar generar una falta o tirársela larga a Bueno para que corriera solo contra el mundo. A ambos puntas le faltó lo que tenía el otro: Alonso no intentó correr con la pelota, y Bueno no intentó nunca hacer la pausa; y nos quedamos sin llegadas en esa segunda mitad.
Boca tuvo varias para empatar, pero poco a poco se fue diluyendo. La salida de Scotti por lesión, sustituído por Álvarez, y luego de Romero por Arismendi, nos dieron aire fresco, pero también un poco más de descontrol... fue como si sólo los titulares hubieran aprendido el plan de juego, y los recién ingresados se encontraron en medio de algo que no entendían bien... de todas formas, el esfuerzo fue encomiable y redujimos a Boca a tiros libres, córners y alguna apilada del Burrito Martínez por nuestra izquierda.
Faltando 15 minutos, Lembo volvió a ser expulsado, por protestar, y nuevamente de forma injusta porque el jugador sólo dijo una verdad indiscutible: Riquelme atrasaba la pelota para tirar el tiro libre, y así poder tener más espacio para lanzarla por arriba de la barrera; algo que todos sabemos no se puede hacer. Amarilla le sacó tarjeta, era la segunda y lo tuvo que echar. Lo mismo que pasó con Barcelona de Guayaquil: una amarilla sin sentido que sólo se la sacaron para hacerse los machos y porque pensaban que no tenía amarilla. Lamentable.
Con un jugador menos tuvimos que meternos aún más atrás y aguantar como sea; pero, como ya dije, Boca se fue diluyendo, Riquelme se fue apagando, Martínez cansando, los puntas no tuvieron sangre, y al final los minutos pasaron y nos quedamos con tres puntos de oro.
Otro tema fue la hinchada, apilada en una horrenda tribuna superpoblada, que no dejó de alentar en ningún momento y que en varios pasajes del partido fue la única hinchada cantando... en un estadio famoso por su hinchada, nuevamente fue la nuestra la que dio cátedra pese a estar en una proporción de 1 a 10 con respecto a la famosa "12". Y para ejemplo tenemos la jugada del gol: ¿qué hinchada se escucha antes del córner y cuando se va a lanzar el córner? Eso, claro, marca el estado de ánimo del partido, también. Miren partidos de Boca a nivel local o internacional y díganme cuántas veces escuchan cantar a los visitantes en la Bombonera... a lo sumo en algún Superclásico, y sólo porque les dan 2 anillos y no 1.
El jueves, la Bombonera no latió. A lo sumo tembló.
De todas formas, como dijo el presidente, que esta victoria no nos nuble: la revancha en el Centenario va a ser tanto o más difícil que este partido y no hay que confiarse. Si les ganamos acá, estaremos casi clasificados a Octavos de Final, con dos fechas de adelanto.
Y antes de eso, llega Central (mañana), y los 3 puntos en ese partido son aún más importantes que ante Boca, así que hay que ir con todo.
Vamo' Nacional!
PD: luego contaré algunas anécdotas más del partido ;)
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