En una noche fría y ventosa, con amenaza de temporal, derrotamos el sábado a Argentinos Juniors por 3 a 1.
Si bien el resultado parece contundente, no es demostración de lo que sucedió en el campo de juego. Exceptuando en el espíritu y la intensidad para jugar, no fuimos superiores al rival y, de hecho, en muchos pasajes nos vimos acorralados por ellos, quienes desplegaron un mejor juego (aunque demasiado liviano cuando llegaban a nuestra área).
Argentinos Juniors comenzó mejor, manejando la pelota y triangulando bien tanto por derecha como por izquierda, donde nuestros laterales (nuevamente) no hicieron pie en la marca. Se pusieron en ventaja a los 6 minutos y tuvieron alguna chance más para anotar el segundo. Nosotros respondimos con alguna salida rápida por la izquierda (con De Pena) y el buen trabajo de Vicente Sánchez haciendo de enganche.
Lo mejor del equipo en los primeros minutos, sin embargo, fue la entrega del colombiano Cortés, quien corrió todas las pelotas y ayudó a sus tres compañeros de zaga permanentemente, intentando de vez en cuando trepar la cancha y llevar el equipo más arriba.
El empate, igual, parecía lejano cuando Romero conectó centro de pelota quieta de Luna e hizo el 1-1. Muy poco tiempo después, un contragolpe de Vicente Sánchez bien tapado por el arquero, terminó en centro de nuestro improvisado enganche para que De Pena (en offside) hiciera el 2-1, con el que terminó (de manera injusta) ese primer tiempo.
En el segundo tiempo jugamos un poco mejor, más por abajo, menos al pelotazo (ayudó a eso el viento en contra en esa segunda mitad, que hacía imposible tirar la pelota por arriba). Argentinos Juniors hizo cambios que hicieron mermar su buen rendimiento en la primera parte, en tanto nosotros hicimos cambios que, si bien ayudaron a un mejor funcionamiento, desarmaron completamente al equipo (especialmente tras la entrada de Abreu, Medina y Recoba, para jugar los últimos 15 minutos). Eso hizo que, pese a que tuviéramos más la pelota y la jugáramos mejor arriba, el rival tuviese también chances de gol claras, aprovechando nuestro mal balance defensivo (y la baja en el rendimiento de Cortés, nuestro salvador en la primera mitad).
Bava atajó tres pelotas difíciles en ese segundo tiempo (dos cabezazos y un tiro de media distancia) y el Chino Recoba, con toda su clase, liquidó el partido en la hora con otro golazo olímpico.
No fue una gran presentación del equipo si hablamos de juego, y es preocupante porque faltan 10 días para el debut en la Libertadores. Pero se ganó, se quiso jugar bien, y se mostraron chispazos que pueden ser señal de que vamos por el buen camino. Seguimos con dos laterales (Álvarez y Núñez, fundamentalmente) que no culminan bien y que no son seguros en la marca, Luna anda demasiado bajo como para ser titular y sufrimos la grave lesión de Calzada, la cual dejará huérfana nuestra media cancha por todo el semestre probablemente.
Pero no todo es malo: el buen rendimiento de Cortés, la sana intención de juego de Vicente Sánchez, y la movilidad de Alonso arriba (pese a que ayer se lo notó impreciso con las distancias, calculando mal hacia dónde iba la pelota), y la ilusión que despiertan un Abreu y un Recoba, son motivos para pensar en que llegaremos bien al debut copero y que mostraremos lo mejor en unos pocos partidos más.
Para terminar, un fuerte abrazo a Calzada, y los mejores deseos para que se recupere lo más pronto posible. Fue una lesión fea y todos en el Estadio estuvimos más pendientes de saber qué le había pasado exactamente, en lugar de ver el partido (lo digo en serio). Sé que si pone los mismos huevos que pone en la cancha para su recuperación, lo tendremos listo para jugar antes del final del Campeonato (y quizás en una fase avanzada de la Libertadores). Mucha fuerza para él de todo el pueblo tricolor.
En 9 días, llega Barcelona de Guayaquil, y hay que ir con todo no sólo para ganarles, sino para enviar un mensaje: Nacional va a pelear esta Libertadores desde el principio.
Vamo' el bolso!
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