Despedida con derrota

Anoche terminó definitivamente la más decepcionante Copa Libertadores de los últimos años, y fue con una derrota en casa 0-1 contra un deslucido Vasco da Gama.

El equipo formó con Bava (no tuvo demasiado trabajo, algunos dirán que se le escapó la pelota del gol, pero a mí me pareció que mostró reflejos espectaculares en primera instancia, algo que ya había hecho en el primer tiempo tapando una pelota a puro reflejo); Álvarez (marcó relativamente bien pero anduvo muy mal a la hora de subir y de mandar centros), García (se vistió de Viera, pero no siempre le salió todo bien: dio la sensación de ser un volante jugando de zaguero, e hizo lo que pudo), Placente (jugó bastante bien de zaguero, pese a no tener estatura para hacerlo) y Abero (jugó uno de sus mejores partidos, al menos en el segundo tiempo, pero igualmente en líneas generales fue malo: mal en la marca, poquito subiendo); Romero (mal partido, impreciso en los pases, aunque marcó y luchó bastante), Píriz (pareció recuperar el nivel de antes, marcó mucho, luchó, corrió, peleó todas las pelotas), Calzada (el mejor de los nuestros hasta que se cansó, marcó e intentó ser la manija del equipo por momentos); Aguirre (tuvo un buen partido intentando lanzar a los de arriba y abriendo la cancha con pases), Boghossian (mal todo el partido, perdió casi siempre por arriba y cuando ganó la pasó sin criterio) y Bueno (tuvo momentos en los que asumió el rol de Viudez, pero fueron escasos; se mostró carente de ideas y de peso ofensivo). Ingresaron Recoba, Damonte y Sánchez (todos juntos luego del 1-0 de Vasco) por Aguirre, Boghossian y Romero. Recoba protagonizó la mejor jugada de ese segundo tiempo con una apilada y un tiro que el arquero brasileño mandó al corner, Vicente entró poco en juego, luchó pero generalmente perdió, y Damonte fue amonestado pronto, con lo cual se cuidó demasiado luego.

No vale la pena hablar demasiado del juego. En el primer tiempo mostramos intensidad, ganas de ganar, pero nos faltaron ideas. En el segundo tiempo nos quedamos mucho, Vasco nos hizo un gol y nos pudo haber hecho más. Los cambios nos dieron un segundo empuje pero duró poco y en los últimos 25 minutos no pasó demasiado. Alguna corrida de Bueno por izquierda generalmente mal culminada, algún córner y poco más.

Se rescata la actitud... y claro, la hinchada, que otra vez demostró que es la mejor y más fiel del mundo.

El domingo es el turno de Cerrito, y hay que seguir luchando.

Vamo' Nacional!