Partidos


Último partido:

05/04/2017: Nacional 1-1 CAP
Campeonato Apertura (Estadio Centenario)



Próximo partido:

09/04/2017: Nacional Vs. Wanderers
Campeonato Apertura (Estadio Centenario)


lunes, 5 de diciembre de 2016

A un pasito del título

Ayer derrotamos a Juventud por 2 a 0 y merced a la sorpresiva derrota de Danubio por goleada, quedamos a 1 punto de ser campeones Uruguayos (ahora en un mano a mano sólo con Wanderers).

La victoria fue merecidísima, porque básicamente hubo un equipo en cancha, pero no se puede decir que jugamos bien, sino que la disparidad se cimentó en el pésimo juego del rival. Juventud fue un lamento los 90 minutos, especialmente en el aspecto defensivo (lo cual me lleva a preguntar cómo es posible que hasta ayer fuera el equipo menos goleado del torneo), pero también en el ofensivo, pues no supo hilvanar casi ninguna jugada de ataque.

Nosotros, al menos, con algún pase bien dado de Porras (quien a último momento se metió en la oncena por lesión de Arismendi), y el juego individual de Viudez y Ramírez, generamos mucho más peligro y nos llevamos una victoria que pudo ser más cómoda de no mediar la mala definición de Silveira (quien erró no menos de 3 goles abajo del arco).

El primer tiempo fue bastante malo. Entre el calor y cierto sopor del equipo se hizo insoportable, tedioso. Peor aún, se hizo preocupante, pues aunque Danubio perdía, Wanderers ganaba y se nos venía en la tabla, porque nosotros no dejábamos nada como para ilusionarnos con que podíamos llevarnos el partido (incluso Seba Fernández erró un penal). Jugamos muy lento y, aunque apretamos al rival, no generamos demasiado peligro. Ramírez y Viudez estaban desconectados del andamiaje ofensivo del equipo, y Seba y Silveira no mostraron su mejor cara.

La primera chance de gol fue un córner que Romero no pudo cabecear bien. Luego Porras tiró de afuera del área, y finalmente Silveira (para mí en offside) erró un mano a mano increíble contra el arquero rival, tirando la pelota larga contra el segundo palo. Juventud probaba con rápidos contragolpes y tiros lejanos de su único punta, aprovechando ciertos desajustes defensivos nuestros. En uno de esos desajustes llegó el tiro libre tras el cual se lesionó la mano Otálvaro.

Nuestro fútbol se daba generalmente por derecha, con las subidas de Viudez y la ayuda de Fernández o de Fucile (cuando pasó a ese lateral). Por ahí llegó la falta que derivó en el penal. Muy anunciado el remate de Seba, y Carini (un especialista) lo atajó sumamente bien.

No se puede decir que el equipo no lo intentó. Fuimos permanentemente sobre el arco rival, pero con excesiva lentitud, sin sociedades, con el equipo muy partido, y con un Ramírez bajo, y unos Silveira y Fernández que desperdiciaron las chances claras que tuvieron de gol.

El segundo tiempo se sacudió con el gol tempranero. La primera jugada de gol fue de Juventud, pero en la recarga tuvimos un tiro libre. La pelota derivó a la medialuna, donde Espino le pegó fuertísimo contra el primer palo de Carini, sin parar la pelota, e hizo el 1 a 0.

A  partir de ahí pasó algo rarísimo: el equipo se puso nervioso. La lentitud de los primeros 50 minutos se transformó en vertiginoso caos. Casi nos salió bien, pues Juventud se sintió agobiado, pero la verdad es que desde la tribuna se veía un equipo que parecía estar perdiendo y no ganando, buscando desprolijamente el arco rival y dejando expuesta su propia zaga a ataques rivales. De no mediar un cierre providencial de Fucile, casi nos empatan al instante.

Porras tuvo una chance clarísima, tras triangular con Ramírez, en una jugada a puro corazón de él; Silveira tuvo un cabezazo a bocajarro que tiró un metro por sobre el horizontal; y el gol estaba al caer. Juventud poco ofendía más que agarrándonos mal parados, y nosotros les llegábamos con una facilidad pasmosa las pocas veces en las que dábamos dos pases seguidos y habilitábamos a alguien en velocidad (generalmente Ramírez, a esas alturas el mejor de los nuestros, ya sea yendo por izquieda como por derecha).

Tras jugadón del propio Ramírez, Ligüera (recién ingresado por Seba Fernández) encontró el rebote e hizo el 2 a 0. Y partido liquidado... o realmente no, porque el equipo no lo supo cerrar.

Tras ese segundo gol, nosotros quedamos partidos en cancha: 4-2-4, con el mediocampo inexistente y el juego dándose de zona defensiva nuestra a zona ofensiva. Algo raro, porque eso le dio a Juventud al menos 4 ó 5 chances de llegar a nuestra área. El problema, creo yo, fue que a diferencia de la etapa anterior con Munúa, este Nacional no tiene ayudas para los laterales. El doble cinco está demasiado centralizado, Viudez no marca como lo hacía Barcia el semestre pasado, y Ramírez ha dejado de bajar a ayudar en el lateral, como sí hacía antes. El equipo sufre mucho las pelotas cruzadas y, aunque Juventud no aprovechó la debilidad de nuestros laterales atacando con superioridad numérica por allí, sí pudo abrir nuestra defensa y dejar a Victorino y Polenta mano a mano con los 2 nueves rivales (cuando tuvieron 2 en cancha).


Eso mantuvo vivo a Juventud casi hasta el final, porque aunque no generó demasiado, sí tuvo 3 tiros al arco que encontraron bien parado a Conde, pero que desnudaron nuestros graves problemas. Para colmo de males, arriba erramos un par de goles claros: primero Silveira erró un gol sin golero tras nueva corrida de Ramírez y centro atrás que lo dejó solo y con el golero vencido; y luego Ramírez tuvo un tiro cruzado peligroso aprovechando regalo de Macalusso. Un tercer gol habría liquidado el pleito, pero no llegó, y Juventud siguió intentando.

Pero finalmente el partido se fue y nos llevamos 3 puntos de oro.

Formamos con Conde (le tiraron poco y siempre a las manos, se mostró seguro en los centros en todo momento); Otálvaro (se lesionó rápido, casi no jugó), Victorino (mucho pelotazo sin sentido, tuvo un error grosero que casi nos cuesta un gol, pero en general anduvo bien), Polenta (sin brillar, volvió a ser el patrón en el fondo) y Fucile (empezó bien por izquierda, volvió a la mediocridad preocupante al pasar a la derecha tras lesión de Otálvaro); Porras (interesante partido, le faltó algo de marca, pero fue buena su labor en la distribución; se pareció mucho al Porras del 2014, aunque es necesario que asuma más el cargarse el equipo al hombro, porque tiene con qué) y Romero (tampoco brindó seguridad en la marca en el medio, pero con su empuje bastó para tener un aceptable partido); Viudez (apareció en cuentagotas, espero más de él, pero cumplió), Fernández (mal partido en líneas generales, e incluso erró un penal), Ramírez (flojísimo primer tiempo, fue el mejor lejos en el segundo, ya sea yendo por izquierda como por derecha); y Silveira (erró 3 ó 4 goles increíbles, no aportó mucho más). Ingresaron Espino (hizo un golazo y se llenó de confianza; cumplió en la marca mejor que en general), Ligüera (entró e hizo el segundo; luego fue azote permanente para el rival con sus habilitaciones a compañeros) y Lozano (entró, y casi nos hicieron un gol por un error suyo; tras eso, deambuló por la cancha. Ya es oficial: el paquete del año).

El fin de semana que viene jugamos contra Boston River y con un empate seremos campeones. Pero me gustaría ganar, para ver si podemos sacarle una buena ventaja a Wanderers y así nadie podrá jamás reclamar nada por los tres puntos que el CAP nos entregó por miedoso ;)

Vamo' Nacional! A ganar este Especial, sumarnos la estrella número 46 e ir por más el año próximo!

No hay comentarios:

Publicar un comentario