Ayer desperdiciamos la oportunidad de quedar como únicos punteros no sólo del Campeonato Clausura, sino también de la Tabla Anual.
Y creo que los grandes responsables de esto fueron Munúa y Eguren. El primero por poner un equipo absolutamente alternativo jugando de visitante en una cancha chica en la que no jugamos casi nunca, y el segundo por hacerse echar infantilmente cuando iban 40 minutos de juego (y eso que él mismo lo dijo en el clásico pasado: "si hago esa falta, me echan"... una irresponsabilidad de alguien a quien los años en lugar de sumar experiencia, parece que le sumaron vejez solamente).
Igualmente, el mayor responsable no fue Eguren, sino Munúa. Teníamos la oportunidad de pasar a ser líderes de todo y echarles la presión a los del CAP, quienes mil veces han demostrado su absoluta incapacidad para trabajar bajo presión en los últimos años; pero no. Regalamos el partido para permitirles seguir tranquilos arriba en la Anual e igual que nosotros en el Clausura, y poder seguir trabajando sin presiones una semana más.
Y ni siquiera voy a mencionar el hecho de que meter 10 suplentes (y habrían sido 11 si Cabaco no estaba suspendido) es subestimar al rival de turno.
Dicho esto, no tuvimos tan mal partido. El primer tiempo estaba pasando sin pena ni gloria hasta que Eguren se hizo echar, llegando a destiempo en una jugada que no ameritaba tal imprudencia. No había pasado nada, nadie llegó con peligro al área y, aunque Plaza fue un poquito mejor, no generó más que algún tiro lejano. Nosotros, sólo una buena combinación entre Mascia y González, que terminó en absurdo penal no cobrado por el árbitro.
En el segundo tiempo Munúa puso a Romero y a López y el equipo tuvo 10 minutos buenos pese a jugar con un hombre de menos. Pero no fue más que eso: algunos contragolpes aprovechando que Plaza pisó el acelerador durante los primeros 5 minutos (generando varias chances de gol) y posibilitando que luego tuviéramos contragolpes interesantes. A partir de los 15 el partido pareció morir en la inoperancia absoluta; pero tras corrida de Tabó infructuosa, llegó un contragolpe vertiginoso de Dibble (lo bien que nos vendría un jugador así: veloz, encarador y que le acierte al arco cuando patea), y el 1 a 0 a los 30 minutos.
Era imposible empatar el juego en los 15 minutos finales, pero algo intentamos, aunque sin generar demasiado peligro, y todo se terminó con un nuevo contragolpe ya sobre la hora y el 2 a 0 medio en contra de Olivera tras rebote en el palo.
Jugamos con Mejía (tuvo una buena atajada en la segunda mitad, y poco más); Cavanna (mostró condiciones), Victorino (el mejor atrás, pero se fue muriendo con el correr del partido), Cabaco (no me gustó nada, le ganaron varias veces e incluso hizo un burdo penal en el arranque de la segunda mitad, que no le cobraron) y Olivera (hizo lo que pudo); Eguren (mal, bien echado) y Carballo (se quedó sin piernas promediando el segundo tiempo, parecía acalambrado); González (no aprovechó la oportunidad de ser la manija absoluta del equipo, quizás en parte porque no tuvo con quien jugar); Tabó (algún chispazo, pero sigue a años luz de lo que se esperaba de él cuando llegó a Nacional), Mascia (poco y nada) y Barbaro (muy entreverado, entró poco en juego). Ingresaron López (dos o tres buenas corridas), Romero (con el correr del partido tuvo que hacer de enganche y único volante, tras la lesión de Carballo que lo dejó en una pierna) y Fernández -por González- (quiso, pero sin claridad, en definitiva su ingreso no hizo más que partir en dos al equipo y darle más espacios a Plaza).
En definitiva, una decepcionante derrota que huele a que entregamos los puntos (porque está más que claro que tenemos un equipo titular y un equipo suplente, aun cuando ayer jugaron 2 titulares -González y Cabaco-), cuando teníamos la oportunidad de mirar a todos desde arriba y meter la presión a los rivales.
Esperemos que se justifique todo el miércoles y que le ganemos a River por la Libertadores, porque el domingo que viene tendremos seguramente toda la presión de ir a ganarle a Juventud para seguir en la pelea por el Clausura y el Uruguayo... cosa que no habría pasado de haber ganado ayer y entonces sí podríamos rotar, en casa, en el Parque, mucho más a gusto que en Colonia.
Pese a todo, vamo' Nacional!
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