Ayer perdimos sin demasiados atenuantes ante Sport Recife por 2 a 1, y se acabó la extraña racha de 16 victorias consecutivas que teníamos (contando partidos oficiales y amistosos).
Del partido no puedo comentar demasiado, salvo que perdimos de principio a fin, jugando rematadamente mal y, de no ser porque es un partido amistoso, estaría sumamente preocupado. Empezamos dormidos y tras dos quedos defensivos ya íbamos perdiendo 2 a 0 antes de los 15, algo que me recordó a malísimas épocas recientes del equipo. Para colmo de males, el equipo fue incapaz de dar dos pases seguidos bien y no generamos casi nada en toda la primera mitad.
Apenas un desborde de De Pena terminó con un centro poco peligroso que un jugador de ellos metió en su propio arco. Luego de eso, lo más peligroso fue un pase muy largo de Alonso que el propio De Pena no pudo alcanzar (ni habría podido siquiera alcanzar yendo en un Formula 1); o sea, no generamos nada de nada.
Mal partido de todos en general, especialmente de Nacho González y de Fernández, y el único atenuante que uno puede encontrar es, quizás, el calor que parecía haber en Recife.
El segundo tiempo se caldeó, hubo entradas fuertes, poco fútbol, todo muy lento y hasta malintencionado, y Alonso se hizo expulsar faltando 10 minutos, acabando así con toda esperanza de no perder por primera vez en 6 meses.
No sé si este partido fue una muesta de lo malo que es el fútbol uruguayo y de lo fácil que es ganar fronteras adentro sólo con la camiseta, o si simplemente fue un mal paso. Espero que haya sido lo segundo, o nos vamos a llevar una desagradable sorpresa en la Libertadores.
De todas formas, vamo' Nacional!
No hay comentarios:
Publicar un comentario