En la fría tarde de ayer derrotamos a Fénix 3 a 0 y nos aseguramos llegar al clásico del próximo domingo con una buena ventaja sobre Racing, nuestro más inmediato perseguidor (7 puntos, gracias al empate de éstos hoy de mañana).
No jugamos un gran partido, e incluso en ciertos pasajes del segundo tiempo sufrimos mucho para mantener la ventaja de 1-0.
El partido se abrió en la primera jugada, con centro desde la izquierda de De Pena, que despejaron defectuosamente hacia atrás, pero antes de irse al córner alguien -Giménez, quizás- la tiró bajo al medio donde apareció Pereiro para definir en dos tiempos dentro del área chica.
Ese gol tempranero hizo que el partido se volviera un poco lento y aburrido durante la primera mitad. Nosotros no teníamos la necesidad de ir a buscar el gol y ellos no sabían cómo inquietarnos. Apenas hubo un par de aproximaciones de cada uno que quedaron en tiros desde lejos que rebotaron, y un gol anulado a Alonso en la recta final de esa primera mitad.
En el segundo tiempo Fénix salió más decidido a hacernos daño, pero el trabajo defensivo de toda la zaga (especialmente de Polenta) nos permitió mantener el partido con cierta tranquilidad. Nosotros apelamos al contragolpe, o quizás, incorrectamente, a cambiar ataque por ataque, pero no generamos muchas chances claras de gol. Nos falló el último pase, especialmente porque De Pena y Pereiro estuvieron muy apagados.
Fénix sí nos llegó con peligro dos veces, ambas por errores nuestros en el medio (un mal pase atrás de Arismendi y una pelota que Porras dejó pasar) pero se mostró irresoluto en el área, primero con un remate que rebotó y luego con otro remate débil que Munúa tapó a puro reflejo.
Aunque hubiera sido demasiado premio para ellos, la verdad es que el empate a esas alturas podría haber sido un resultado justo.
Pero ya en la hora, en uno de tantos contragolpes y con Seba Fernández en cancha, llegó el 2-0 que liquidó todo: pelota robada por De Pena en el medio a la salida de un córner, desborde por la izquierda, pase al centro a Calzada que venía embalado, el cual se la cedió de primera a Fernández, éste intentó eludir al arquero pero perdió el control de la pelota, y Alonso, más rápido que todos, la mandó a guardar pese al esfuerzo de dos rivales en la línea.
Pocos minutos después, otra vez De Pena lanzó el contragolpe, pasándosela a Alonso para que picara por el centro, éste a Fernández solito por derecha, y el recién recuperado de la lesión la tiró por sobre el arquero cuando le salió desesperado a achicarle el ángulo de tiro.
No fue un gran partido, repito. El gol tempranero nos hizo bajar la intensidad, y pudimos haber recibido el empate en la segunda parte. Pero igualmente lo que importa es el triunfo, y lo hemos conseguido. Eso sí, tenemos que jugar mejor si queremos ganar el clásico, y confío en que lo haremos.
Formamos con Munúa (atajó una difícil en la segunda mitad y se mostró seguro); Romero (uno de los mejores en el fondo, esta vez subiendo menos que de costumbre), García (correcto trabajo, con la imprecisión típica en él a la hora de pasar la pelota), Polenta (cerró varios ataques rivales de forma notable, quizás pueda decirse que fue la figura del partido) y Espino (lo noté algo perdido en la marca y subió poco, pero igual mostró la entrega de siempre); Porras (no brilló como en otras ocasiones, pero cumplió) y Arismendi (empezó muy bien pero luego cayó en un pozo de desprolijidad preocupante); Pereiro (hizo el gol y nada más); Giménez (no entró mucho en juego y el equipo lo sintió arriba), Alonso (activo como siempre, fue la carta de mayor peligro durante los 90 minutos) y De Pena (participó en los 3 goles, pero sus apariciones fueron en cuentagotas). Ingresaron Fernández (su entrada duplicó realmente nuestras chances de gol arriba, mostrando una movilidad y un deseo de anotar muy superiores a Giménez, De Pena y Pereiro) y Calzada (buen desempeño, entró para cerrar el partido y aportó en ataque en los pocos minutos que jugó) por Giménez y Pereiro, respectivamente.
El domingo que viene jugamos contra los amargos y hay que ganarles sí o sí.
Vamo' Nacional!
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