Ayer derrotamos a Racing, podríamos decir que "con el molde", porque fue el cuarto 2-0 consecutivo, y nos alejamos en el primer puesto de la tabla de posiciones, sacándole 5 puntos al propio Racing y al CAP.
El partido no fue brillante, ni mucho menos. Creo que en el segundo tiempo levantamos, pero en ningún momento fuimos un equipo realmente superior al rival. Fue un juego dinámico, intenso, pero con escasas oportunidades de gol, con defensas que vencieron constantemente los esfuerzos de las delanteras, quienes a su vez mostraron imprecisiones.
La primera media hora fue de Racing. El equipo visitante manejó más y mejor la pelota pero se diluyó cerca del área. Se notó por momentos que su argumento era aproximarse y buscar la falta para generar peligro con pelotas aéreas, sin preocuparse realmente por hacer un gol de cancha. También abusaron con los intentos por el medio, pero García y Polenta estuvieron atentos (así como Calzada y Porras) para desbaratar el juego por allí.
Pese a ese dominio, en nuestra primera llegada encontramos el gol a los 12 minutos. Hasta ese momento, nuestra mejor arma había sido Giménez por derecha, intentando encarar y desbordar o juntarse con Alonso; pero en una de las primeras veces que jugamos por la izquierda, De Pena ganó en velocidad ante un equipo adelantado, tiró el centro bajo, un tanto atrás, y Pereiro llegó de frente para definir de primera y marcar la apertura.
Racing tuvo entonces que redoblar esfuerzos ofensivos y se fue arriba, en tanto nosotros nos refugiamos y buscamos especialmente con pelotazos a Alonso.
Recién en los 15 minutos finales empezamos a dominar realmente las acciones y generamos algunas chances más, generalmente por izquierda, aunque todos los centros altos fueron directamente a las manos de Contreras, y la única vez que la pelota fue por abajo hacia Alonso, éste definió mal contra el primer palo.
Sin hacer demasiado, pero habiéndonos sacado de encima a un rival con buenas intenciones pero muy liviano ofensivamente, terminó el primer tiempo con resultado de 1-0.
En el segundo tiempo el partido se hizo más de ida y vuelta aún que el primero, pero a diferencia de esa primera mitad, fuimos nosotros quienes tuvimos más la pelota y más chances de gol. Racing siguió siendo un equipo inoperante en los alrededores del área nuestra, y nosotros, en parte, también lo fuimos: en las dos primeras jugadas nuestras, De Pena desbordó y tiró malos centros a Alonso, que llegaba solo por el medio.
Uno de nuestros principales defectos durante casi todo el partido fue la falta de un jugador que se parara delante de los 5 y detrás de Alonso. Cada desborde de algún mediapunta (De Pena o Giménez) o de algún lateral (Espino o Romero) terminaba en una pelota al área, donde esperaban todos los nuestros, en tanto el jugador más cercano estaba en el círculo central -fue en este apartado que se sintió la falta de Arismendi; pues Calzada estuvo siempre al lado de Porras, en lugar de subir un poco y quedar cerca de la media luna rival-. Eso hizo que cada rebote fuera de Racing. Recién la entrada de Recoba, por el lesionado Barcia (quien, a su vez, había ingresado por Giménez) nos dio ese jugador en el medio tan necesario para abrir un poco más la defensa rival (aunque igualmente cada rebote seguía siendo de Racing, por el poco despliegue de Recoba).
Los minutos fueron pasando, con alguna chance nuestra y alguna llegada de ellos, y de cierta forma todo era incertidumbre, pues el 1-0 no es ventaja y Racing insistía con tiros de esquina y tiros libres en forma de centro, hasta que llegó un golazo de De Pena, en gran parte mérito de Rafa García -si mal no recuerdo- quien robó una pelota y se fue arriba. Tras un despeje le quedó a De Pena, éste avanzó unos metros y la colgó en el ángulo desde 30 metros.
Nobleza obliga: siendo alguien que siempre pide algo más a De Pena, debo decir que ayer fue la figura del equipo.
Luego de ese gol -faltando menos de 5 minutos- el partido ya estaba liquidado y no pasó mucho más.
Formamos con Munúa (no fue muy exigido, respondió bien en los centros, e hizo vista en alguna jugada que casi nos clavan una pelota al ángulo -en la hora del primer tiempo-); Romero (muy bien en la marca, tuvo además algunas buenas subidas en el primer tiempo; luego pasó a jugar más al medio y su labor se apagó un poco), García (su desprolijidad habitual para salir jugando -prefiere tirar la pelota lejos antes que buscar un pase-, pero fue sólido en la marca), Polenta (otra vez el patrón en el fondo, con mucha solvencia para sacar la peloa estando apretado por el rival) y Espino (el despliegue voluntarioso de siempre, con muchas subidas criteriosas y marca aguerrida), Porras (tuvo el error de siempre -tiene uno por partido- pero volvió a comerse la mitad de la cancha y a ser el motor del juego fluido del equipo en el medio) y Calzada (lucha incesante, el defecto de no haber acompañado los ataques, lo cual a su vez significó la virtud de hacer más sólido el medio no dejando solito a Porras); Pereiro (entró poco en juego, pero hizo el gol inicial, que fue clave para el desarrollo del partido); Giménez (buen primer tiempo, se animó a encarar y cambiar el ritmo, pese a que no siempre logró culminar bien; pero se apagó en el segundo tiempo y fue sustituído), Alonso (incansable luchador, pivoteó de buena forma la mayoría de las veces, y apenas tuvo una chance de anotar en todo el partido -la cual desperdició-, pero es el referente en ataque y su sola presencia nos benefició) y De Pena (con errores y virtudes, fue la figura; una asistencia, un golazo y un par de recuperos claves ayudando en la marca... sigue en el debe cuando tiene que buscar a un compañero por arriba: tira mal los centros). Ingresaron Barcia (por Giménez, tuvo un par de desbordes por derecha dignos de un puntero de gran nivel, pero se lesionó a los 5 minutos de entrar), Recoba (entró por Barcia a jugar 25 minutos, hizo un gol de tiro libre que no le convalidaron y metió un par de pases interesantes por derecha) y Álvarez (entró por Pereiro cerca del final, para cerrar el partido, desbordó un par de veces y quitó alguna pelota, pero entró poco en juego realmente).
El domingo que viene es el turno de Rentistas, una vez más en el Parque Central y hay que ganar o ganar, otra vez, para acercarnos un poco más a la tan ansiada vuelta olímpica.
Vamo' Nacional!
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