Ayer derrotamos 1 a 0 a Sud América en el Estadio Centenario, con gol de Alonso a los 30 minutos del segundo tiempo, y logramos la segunda victoria al hilo en el comienzo del Campeonato Apertura.
Si bien el resultado es exiguo si se lo compara con la victoria llena de goles ante Defensor 6 días atrás, la verdad es que no se puede decir que el equipo bajó mucho el rendimiento. La diferencia entre un partido y el otro fue la falta de contundencia en este y la notable contundencia en aquél. Incluso hubo cosas mejores que contra Defensor: Porras, por ejemplo, rindió en un nivel superlativo e hizo mucho más firme a toda nuestra mitad de la cancha en comparación con la primera fecha.
Podía suponerse que Sud América iba a plantarse atrás y a no dejarnos espacio, pero en realidad el equipo hizo lo que pudo por jugar de igual a igual. Quizás no subió con tanta gente como Defensor, y dejó menos espacio, pero sería mentira decir que jugó únicamente a especular. Tuvo buen toque de pelota arriba, supo hacer paredes para generar superioridad numérica contra nuestros laterales, y tuvo un puntero derecho que volvió loco a Díaz, especialmente en el primer tiempo. Simplemente les faltó contundencia arriba y no supieron capitalizar ningún tiro libre en forma de centro, pese a haber tenido varios.
Nosotros formamos el mismo equipo que contra los violetas en el Parque e intentamos generar el mismo juego: intenso, veloz arriba; sólo que no logramos el mismo nivel que en el segundo tiempo de aquél partido, y tampoco encontramos errores groseros defensivos que nos facilitaran las cosas, como aquella vez.
Igualmente en la primera mitad generamos varias chances que fueron malogradas generalmente con disparos que se fueron anchos (recuerdo claramente una del Colo Romero, mano a mano con el arquero, luego de gran pared al borde del área). El equipo falló un poco porque Barcia no tuvo un buen rendimiento por derecha y porque Pereiro abusó de la tenencia de la pelota, buscando demasiado la jugada individual. Además, Fernández no repitió el juego endiablado de hace 6 días atrás, y Alonso pareció estar demasiado solo arriba.
En el segundo tiempo un par de cosas mejoraron, Porras se comió la mitad de la cancha y metimos al rival contra un arco. El gol se hizo esperar demasiado, los nervios empezaron a crecer y Sud América nos llegó cada vez más fácil de contragolpe (algo que sólo supimos parar con reiteradas faltas), pero el gol finalmente llegó, en el momento justo, tras notable definición de cabeza de Alonso.
Luego del gol ellos parecieron flaquear y en los 5 minutos siguientes tuvimos un par de chances para liquidar el pleito, pero no las supimos definir. Y los últimos diez minutos fueron relativamente tranquilos, con nosotros mejor parados, más cerca del arco rival y apenas sufriendo con tiros libres que iban sobre el área.
Lo mejor del equipo fue Porras, seguido del siempre diferente trabajo de Alonso arriba, a quienes les sumaría el trabajo defensivo (Fucile el más bajo en ese sentido, subiendo sin bajar a tiempo algunas veces). No me convencieron ni Barcia (jugar de puntero no es lo suyo), ni Romero (perdió muchas pelotas por retener demasiado el balón en el medio), ni Pereiro (por lo ya mencionado: su individualismo desmedido).
De Pena entró (de forma algo incomprensible, pues el cambio "cantado" parecía ser el ingreso del Chino) con el partido aún 0 a 0 y no me convenció en absoluto tampoco. Mostró demasiada liviandad en ataque y poca disposición para marcar (lo cual explica a las claras por qué ha quedado relegado ante jugadores como Pereiro y el propio Barcia). Eso nos lleva a otro punto negativo del partido (a mi entender): la demora de Gutiérrez con los cambios. Realmente parecía que el partido se iba con un 0 a 0 y no movió el banco hasta faltando 20 minutos, pese a que se veía que Pereiro y Barcia ya no generaban nada y Fernández ya no podía más. Ya tras el 1 a 0 sí hizo rápido un cambio lógico: el ingreso de Calzada para cerrar el juego con la ventaja mínima.
En definitiva, fue un partido ganado con lo justo, pero con justicia; que no deja el mismo sabor de boca que el debut, pero que en el análisis frío fue igual de bien jugado como aquél juego, sólo que carecimos de contundencia, no aprovechamos errores y dejamos que un rival supuestamente inferior al anterior y a nosotros mismos nos generara peligro de vez en cuando.
El fin de semana que viene nos enfrentamos a El Tanque, un rival que seguramente nos plantee un partido cerradísimo, y que será una prueba de fuego en este arranque del torneo... ¡Hay que ganar o ganar!
Vamo' Nacional!
No hay comentarios:
Publicar un comentario