Ayer terminamos un año de los más lamentables de la historia perdiendo en el Parque 2 a 1 ante Fénix, y nos quedamos sin el Campeonato Apertura (que fue ganado finalmente por Danubio, ya que sólo ellos ganaron, en tanto River empató).
El partido fue una réplica de todos los partidos que hemos jugado en la era Arruabarrena (quien, dicho sea de paso, renunció tras la derrota, y hoy se habla de Pelusso como nuevo DT): mucha intrascendencia en el último cuarto de cancha, posesión pero con falta de peso ofensivo, y pelotazos al área sin ton ni son cuando íbamos perdiendo.
El planteamiento de Fénix fue rarísimo: en la primera mitad jugó con un nueve alto y 5 volantes más de marca que de creación, e intentó aguantar. Lo hizo bien, porque no generamos nada de peligro pese a tener la pelota el 90% del tiempo. El gol llegó tras un error defensivo de ellos, en un contragolpe, que dejó al flaco Fernández sólo cara a cara con el arquero. El remate rebotó, dio en el travesaño (no sé bien qué pasó, en la cancha fue confuso) y terminó entrando ante el intento desesperado de un defensa por sacarla y uno nuestro por meterla de cabeza.
Todo era fiesta para ese entonces, los otros empataban, nosotros ganábamos en un partido chato, y desde la Abdón y la Scarone se alternaban para agitar a todo el estadio con canciones (hecho curioso: no había bombos en la Abdón, pero sí en la Scarone).
Pero en el segundo tiempo todo cambió. El DT rival puso a Novick y Waterman, y el primero de ellos nos ganó el partido él solito.
Triangulación con Waterman, falta al borde del área, centro y gol de cabeza (creo que de Pallas), y luego nueva triangulación, centro atrás y gol de Novick.
Curiosamente, creo que en ese segundo tiempo estábamos jugando mejor que en el primero. Pero somos un equipo sin mediocampo. Arismendi, solo, no puede hacer nada contra rivales veloces. A Calzada todos lo queremos, y sabemos qué clase de jugador es, pero si no lo conociéramos no tendríamos idea de que es un volante de marca. Este torneo su función ha sido menos defensiva que la de Fernández, y casi estuvo a la par de González a la hora del retroceso. Si fueron órdenes del DT o un mal momento del jugador, ya no importa, pero creo que fue algo determinante para la fragilidad defensiva que mostramos (fragilidad que no es culpa de la línea de fondo, sino del medio, indudablemente, porque allí no paramos a nadie nunca).
Para los minutos finales, quedó el show de pelotazos sin ton ni son al que estamos acostumbrados a ver cuando vamos perdiendo. Siendo justos, quizás, en esta ocasión fuimos un poco más criteriosos, gracias a las subidas de Álvarez, quien intentó siempre meter centros desde mejor posición (aunque, a mi entender, los mejores centros son más al fondo de la cancha, y no a la altura de la medialuna, porque en éstos últimos los defensas llegan de frente y los delanteros deben girar la cabeza para direccionar al arco, lo cual es incómodo...).
Medina (que ingresó como el salvador) hizo una jugada personal dentro del área, le cometieron penal, pero el Chino desperdició la oportunidad de empatar, rematando sin convicción al medio, dejando que el arquero rival rechazara el balón con los pies.
En resumen, perdimos el partido, y el campeonato, jugando igual que siempre: con escasísimas ideas cuando nos acercamos al área rival, con aún menos ideas y juego colectivo por bajo (que es lo que necesitamos, pues no tenemos torres o cabeceadores como para tirar centros todo el partido) cuando el encuentro se hace cuesta arriba. Y permitiendo que el rival, con 3 ó 4 pinceladas de buen fútbol -mejor fútbol que el nuestro- nos gane.
Y así cerramos el peor año en mucho tiempo. Habrá que recomponer este equipo de alguna forma, traer jugadores con jerarquía, con más inteligencia y mejor conocimiento del fútbol (o Pelusso -o el nuevo DT si no es él- tendrá que brindar clases intensivas de fútbol en el vestuario, a ver si empezamos a jugar a algo pronto).
Al menos, hay que decirlo, que no ganáramos el torneo ha sido el triunfo de la justicia, y ha sido lo mejor de cara al futuro. No fuimos el mejor equipo del torneo (de hecho, no fuimos mejores que casi nadie, sólo tuvimos suerte), y si lo hubiéramos ganado hubiésemos pensado que los problemas estaban solucionados o no existían. Esta derrota hará que trabajemos para tener un nivel aceptable de cara al 2014.
Vamo' Nacional igual!
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