Ayer, a Estadio lleno, perdimos sin demasiados atenuantes ante Atlético Madrid por 2 a 0.
La derrota en sí no es alarmante, puesto que es un resultado lógico en una pretemporada contra un equipo con un presupuesto un un rodaje mucho mayores que el nuestro; pero lo que sí es alarmante son las carencias tanto ofensivas como defensivas que mostró el equipo ayer, sumado ésto a los otros tres amistosos de entrenamiento que jugamos en julio, todos ellos con derrotas (una humillante por 5-0).
Esos amistosos no los pude ver (por obvias razones: fueron a puerta cerrada y dos en Argentina), pero por los resultados, los comentarios de quienes sí los vieron, y por lo visto ayer contra el equipo español, puedo imaginarme el trámite de ellos.
Hay que ser justos y reconocer que el equipo empezó bien y esbozó alguna cosa en los primeros minutos de la primera parte; pero también hay que decir que Atlético Madrid no jugó esa primera mitad, lo tomó como un entrenamiento. Álvaro Fernández subió un par de veces por izquierda, Porta y el Morro lucharon todas las pelotas y generaron peligro en base sólo a empuje y a apretar a los zagueros rivales. Atrás tuvimos un rendimiento correcto, no dejando mover a los delanteros rivales, y no sufrimos demasiado.
El 0-0 fue justo en esa primera mitad, pero la sensación general fue que Atlético Madrid no se esforzó demasiado.
En la segunda mitad ellos arrancaron con todo, aprovecharon un error nuestro e hicieron el 1-0. Luego de eso, el partido se acabó. Nosotros no generamos nada, nos dominaron en todos los sectores y el partido fue casi un frontón contra nuestro arco. No faltando mucho llegó el 2-0 y cerca del final pudieron hacernos el tercero. Nosotros generamos poco y nada: un par de tiros débiles desde afuera del área y una media chilena que se fue desviada.
La salida de Porta y el Morro por Cavallini y Pereiro destruyó completamente cualquier posibilidad de llegar al gol, por la lentitud y liviandad del primero y la absoluta incompetencia demostrada en la tarde por el segundo. Encima Dorrego entró en el medio por Calzada y anduvo pésimo también en los cierres y en los pases.
En definitiva, apenas puedo destacar los primeros minutos del Flaco Fernández (quien luego tuvo un lamentable segundo tiempo), el esfuerzo incesante de Porta y el Morro y los intentos a puro corazón de Arismendi cuando entró en la segunda mitad. Lo demás, lamentable. Seguimos sin jugar a absolutamente nada, sin generar peligro alguno sobre el arco rival (al Atlético le generamos una: fue gol, en offside, tras un entrevero en la medialuna), tenemos groseros errores defensivos y ningún jugador parece tener la más mínima idea de lo que tiene que hacer dentro de la cancha, todo se resume a talenteo o ímpetu individual.
Empezamos mal la temporada, indudablemente; pero por suerte todo recién comienza y tenemos tiempo para mejorar.
Vamo' Nacional!
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