El domingo cerramos esta floja temporada con una victoria de visitantes ante Wanderers, en el Parque Viera (donde hacía tiempo que no jugábamos) por 2 a 1.
El equipo formó con Bava; Álvarez, Scotti, Cortés y Moreira; Damonte, Arismendi y De Pena; Sánchez, Abreu y Bueno. Ingresaron en la segunda mitad Cruz Mascia y Recoba por Abreu y Bueno.
El partido fue parejo y abierto. Wanderers tuvo un poco más la pelota al principio y se acercó con peligro a nuestro arco, pero falló en algo fundamental: no supo entrar a nuestra área, y se conformó con tiros lejanos. Uno de esos tiros dio en el palo, pero por lo general se fueron desviados o fueron contenidos por Bava.
Nosotros respondimos con el buen manejo de pelota de De Pena (el mejor de los nuestros, lejos), y los intentos de Vicente Sánchez, siempre atropellados. Bueno también hizo lo que nos tiene acostumbrados (lo bueno y lo malo): ganó en velocidad, pero culminó siempre mal: varios centros para cualquier lado o tiros débiles y/o desviados frente al arquero rival.
El gol llegó a los 32, tras un tiro de esquina, un despeje, y un tiro fuerte de De Pena desde afuera del área. No habíamos hecho demasiado para merecerlo, pero ganábamos y con eso bastaba.
Wanderers se tiró arriba buscando el empate, pero no generó demasiado. Hubo sí un penal no cobrado a favor de ellos, por falta de Damonte (quien jugó todo el partido al límite, nervioso, enojado con el mundo), pero aparte de eso no pasó nada.
En el segundo tiempo levantamos el nivel e inmediatamente nos pusimos 2 a 0. Todo comenzó con un desborde de Bueno, una falta sobre él, tiro libre ejecutado por Vicente y gol de Abreu.
A partir de entonces el partido se hizo más abierto y de ida y vuelta. Wanderers insistió atacando una y otra vez sobre nuestro arco, pero sin generar más de un par de chances claras de gol, en tanto nosotros nos cansamos de desperdiciar contragolpes. Los ingresos de Recoba y Cruz Mascia fueron perjudiciales para el equipo, que se quedó bastante en cuanto a velocidad, y terminamos refugiándonos demasiado en el fondo.
Wanderers pudo descontar con un penal (dudoso, cometido -según el árbitro- por Pablo Álvarez), pero lo fallaron. El descuento, igualmente, llegó pasada la hora, e incluso luego ellos se animaron a buscar el empate, tirando la pelota al área un par de veces.
Sufrimos al final, pero en general tuvimos una victoria tranquila; la cual, sin embargo, dejó en evidencia nuestros dos problemas claves: falta de gol arriba, y fragilidad defensiva por las bandas.
Ahora a pensar en el próximo campeonato. A ver quién se va, y quién viene. Tenemos que armar un plantel mejor que este, más equilibrado y joven, que nos permita pelear el campeonato uruguayo; porque tal como estamos, seguimos dependiendo de una gran dosis de suerte.
En fin... vamo' Nacional!
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