Ayer derrotamos a Juventud por 3 a 1 y mantenemos las esperanzas en este Apertura, aun cuando el nivel mostrado por el equipo tuvo puntos altos y puntos bajos.
El primer tiempo fue bastante pobre para nosotros. Un comienzo incisivo en el que tuvimos un par de chances de gol, pero luego nos quedamos (y mucho) y Juventud creció y empezó a llegar. Promediando esa primera parte llegó el gol de ellos, tras un inexplicable quede defensivo. Una pelota al área de ellos es despejada y alguien la tira para adelante hacia un delantero que aprovechó que Scotti no estaba en su posición y corrió con la lenta oposición de Lembo hasta quedar mano a mano con Bava y definir rasante sin problemas.
No había sido el primer llamado de alerta, y no sería el último en ese primer tiempo. Por suerte empatamos relativamente rápido, tras un desborde de César por derecha, un centro al área chica que Luna no alcanzó pero sí Bueno, quien definió casi sin oposición del arquero rival.
Los minutos finales de la segunda parte fueron desprolijos, con nosotros no pudiendo vulnerar a los laterales rivales (Bueno, especialmente, perdió constantemente, ya sea por buena marca como por excesos en la tenencia de la pelota y falta de juego colectivo de su parte), y con ellos teniendo chances un poco más claras, más peligrosas, desnudando nuestros eternos problemas defensivos. De todas formas, el primer tiempo terminó en empate, dejando bastante preocupación.
El segundo tiempo fue diferente. Un gol tempranero de César hundió completamente al rival y nosotros pudimos dominar absolutamente el trámite del partido. El 3-1, hecho por Álvarez tras potente tiro cruzado y pobre reacción de Berbia, terminó de encauzar el partido a nuestro favor, y luego de eso pudimos haber hecho un par de goles mal, pero fallamos situaciones increíbles, por errarle al arco o por buenas intervenciones del anteriormente mencionado arquero.
Y en ese segundo tiempo, o al menos en la mayor parte del mismo, jugamos bien. César con un ida y vuelta notable más por la derecha que por el medio, Bueno levantando su rendimiento, los laterales siendo subida permanente, Damonte muy seguro en la marca y la distribución de la pelota, Calzada yendo siempre hacia adelante con ganas, buscando siempre el arco rival y colaborando en la marca, Recoba mostrando su clase en un par de ocasiones... Fue, quizás, lo mejor que hemos mostrado en toda la temporada.
Como los goles fueron muy tempraneros, nunca sabremos si el rendimiento se debió al derrotismo del rival, o si realmente ese nivel que mostramos y la forma que dominamos el juego fue mérito nuestro. Además, pese al buen juego mostrado luego del 3-1, nuevamente dejamos en evidencia el poco gol que tenemos. Vicente Sánchez erró un mano a mano, Bueno erró otro par de situaciones y salvo tiros de media distancia o algún intento de César, dio la sensación de que no sabemos cómo exigir a los arqueros rivales. Ese será un aspecto para mejorar para el próximo semestre: necesitamos gente que haga goles, gente que tenga el arco entre ceja y ceja, que no le tenga miedo a pegar a la pelota.
Grata sorpresa la de César, quien, aunque erró un par de goles como 9, luego se tiró a la derecha y mostró no sólo ganas, sino criterio para hacerse espacios o para mandar centros, y además colaboró mucho con Núñez en la marca. Con una asistencia y un gol, fue sin dudas el jugador del partido (sacando al Chino, claro, que sólo con su clase es el mejor siempre). Damonte jugó su mejor partido en este torneo (mejor que en clásico, con mejor timing, sin faltas, pasando bien la pelota) y el resto del equipo respondió bien.
El próximo sábado nos toca Racing, y hay que ganar o ganar para meterle presión a los de arriba.
Estamos lejos, es casi imposible ser campeones, pero, ¿y si a los de arriba les tiemblan las piernas? ¡Siempre hay lugar para otro hecho histórico más!
Vamo' Nacional!
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