Acabamos de perder contra Cerro 1-0 en el Trócoli, y, aunque hay quienes puedan echarle la culpa al estado del campo de juego, lo más preocupante es que nuevamente no jugamos a nada. En lo que va del año hemos jugado mal, pero en los últimos partidos se ha acentuado la falta total de circuitos ofensivos.
En el primer tiempo jugamos con más ímpetu que Cerro, pero no generamos chances claras de gol. Bueno corría diagonales desde la izquierda al medio para chocarse con Taborda, Taborda no ganó nunca por arriba y Luna esperaba pases que nunca llegaban. El Chino se metió entre el doble cinco y tiró pelotazos cruzados que la mitad de la veces (quizás sí por culpa de la cancha) fueron mal realizados.
Adelante, entonces, tuvimos un lanzador que buscaba puntas que no saben centrear al 9, o a veces buscaba al 9, que muy separado de los puntas, no tenía a quien bajarle pelotazos. Jugar con tres delanteros de esta forma es contraproducente.
En la mitad de la cancha sólo Calzada se animó a hacer algo y los laterales subieron bastante, pero Núñez muy atropellado no terminó nunca bien la jugada, en tanto Álvarez pareció ir más por inercia que por convicción.
Recoba tuvo un tiro notable de derecha al principio del partido, luego Luna tuvo otro que tiró débil, y en el resto del primer tiempo Bueno se perdió un par de goles por no definir rápido o por pararla mal, y Lembo tuvo un cabezazo que no le pudo dar dirección.
Cerro respondió en los últimos minutos y tuvo un tiro en el palo tras salida en falso de Bava.
En el segundo tiempo los locales empezaron mejor, hicieron el 1-0 y pudieron haber aumentado en un par de ocasiones. Nosotros estábamos absolutamente perdidos. Todos se iban para arriba esperando el pelotazo de Recoba, pero éste nunca llegó en buenas condiciones.
Díaz puso a Medina por Bueno (quien nuevamente no desbordó en condiciones nunca), y con dos 9, y la atención de los zagueros dividida, empezamos a generar algo más por arriba. Habría que tomar nota sobre esto y empezar a jugar con dos 9; aunque ni Taborda ni Medina son hoy por jugadores de nivel internacional o de cuadro grande, en el medio local aún pueden marcar diferencia.
Generamos entonces algunas chances, Díaz puso a Sosa por Álvarez para terminar de mandar al equipo adelante, y el propio argentino tuvo una chance de empatar; y ya en el final entró Ramírez por Luna, pero apenas tuvo tiempo de tocar la pelota.
En definitiva, un partido decepcionante. No por la derrota, sino por la falta absoluta de juego que mostramos, por el bajo nivel de Recoba (quien incluso mandó una pelota al medio cuando pudo haber tirado al arco y haber hecho el empate) y porque queda claro que no tenemos variantes y no tenemos un banco de suplentes que pueda cambiar un partido. Quizás Cabrera sea lo mejor que puede salor del banco, pero todos sabemos que anda bajo y que no sabe cómo asumir el rol de enganche, que es lo que necesitamos cuando el Chino se cansa (lo cual ocurre demasiado pronto en cada partido).
La semana que viene nos toca Danubio. De Carrasco. Dígase que el DT recién llegó, pero para lo lento que somos y la poca marca que tenemos, somos un equipo ideal para que los suyos nos hagan pasar vergüenza.
Partido clave si queremos ganar el Apertura.
Saludos, y vamo' Nacional!
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