
Anoche Vasco da Gama le ganó 2-1 a Alianza Lima en Perú, y nos hizo pagar caro la derrota que sufrimos contra ese mismo rival (en plena crisis) hace 3 semanas.
El resultado fue justo, porque la visita, sin jugar demasiado bien, hizo más méritos todo el primer tiempo y parte del segundo. Daba la sensación por momentos de que se conformaba con el empate, luego con el 1-0, y ya después del 2-0 (a mediados de la segunda mitad), se desentendió del partido y permitió al rival venirse arriba.
Alianza descontó y hasta pudo haber empatado, pero finalmente no pudo y quienes más lo sufrimos somos nosotros.
¿Por qué? Porque mañana no podemos perder en Asunción. Una derrota nos deja matemáticamente eliminados. Además, un empate nos complica también, porque Libertad cerraría en la última fecha contra los peruanos, ya eliminados, por lo que seguramente ganen y clasifiquen, dejando el segundo lugar entre nosotros y Vasco.
Hasta ahí parece todo bien, pero hay un problema: si empatamos con Libertad tendremos 7 puntos y Vasco 10, así que tendremos que ganarles para empatarlos en puntos. El saldo de goles definiría entonces al segundo clasificado, y nosotros tenemos 0, mientras que Vasco tiene +3, por lo que deberíamos ganarles por 2 o más goles.
La situación es compleja también, porque incluso ganándole a Libertad mañana, como los paraguayos deben jugar contra los peruanos eliminados, si ganan también nos obligan a ganarle a Vasco en la última fecha.
Pero bueno, no es negatividad lo que me hace escribir esto, si no un intento de reflexionar, para que estemos preparados.
En principio, mañana no podemos perder, y luego tenemos que esperar que Alianza nos de una mano en Perú contra Libertad la otra semana, o nosotros tendremos que dejar la vida contra Vasco y aplastarlos, para no sufrir el otro jueves.
Vamo' Nacional!
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