Ayer derrotamos a Cerro 3 a 0, en el que probablemente haya sido nuestro mejor partido en la temporada.
Ya desde los 2 minutos nos pusimos 1-0, cuando Cabrera hizo una diagonal al área pidiéndole a viva voz la pelota a Calzada. Este se la pasó notablemente tras la línea defensiva y el volante definió contra un palo ante la salida del arquero rival.
Ese gol facilitó todo y pareció trastocar los planes de un Cerro que se puso nervioso de inmediato e hizo demasiado poco durante los 90 minutos.
Durante el primer tiempo fuimos quienes controlamos la pelota y generamos varias opciones claras para definir el partido (recuerdo una media vuelta de Medina que dio en el palo y un par más), quedando para Cerro un par de contragolpes y/o córners, los cuales generalmente fueron abortados antes de generar real peligro sobre el arco de Burián, gracias a la buena tarea de Rolín, la mejora en el rendimiento de Scotti y una aplicación defensiva mucho mayor de Núñez.
Píriz tuvo un buen partido en la marca, Calzada colaboró bastante en la creación y, aunque Viudez en la izquierda estuvo más apagado que en los últimos partidos, por jugar Cabrera allí se entendió mejor con él; y el propio Cabrera anduvo mucho más activo buscando espacios y pidió mucho más la pelota (aunque no siempre se la dieron).
En el segundo tiempo ellos comenzaron un poco más enchufados y tuvieron un cabezazo que bien pudo ser gol, pero terminó yéndose por arriba del travesaño.
A esas alturas ya jugaba Vecino en la cancha en una extraña posición de lateral derecho (por el lesionado Placente). Poco después ingresarían Bueno por César y Viera por Rolín (también lesionado), 3 cambios que nos dejaban sin posibilidad de variante por si pasaba algo, con el partido 1-0 y sin el Chino o Vicente Sánchez. Fue medio raro eso, pero salió bien. Porque al minuto de haberse hecho el último cambio (iban 20) en un córner, Vecino hizo el 2-0 de cabeza, que liquidó el partido.
A esas alturas no sólo éramos superiores, sino que Cerro se perdió definitivamente en la cancha. Con Bueno por izquierda ensanchando la cancha y volviendo locos a los rivales, Viudez siendo amenaza permanente ahora por derecha y pese al cansancio, y Medina luchando todas las pelotas; así como con una mitad de la cancha combativa en la que 3 hombres pudieron más que 5 en el primer tiempo y más que 4 en el segundo; Cerro no pudo generarnos nada.
Poco después llegó la frutilla del postre, cuando tras una sucesión de pases entre defensas, mediocampistas y Burián, un pase largo dejó a Medina cara a cara con el arquero rival -quien tuvo que salir a cortar fuera del área-; el Cacique lo eludió e hizo el 3-0, que fuera el resultado definitivo.
Los últimos minutos se sucedieron sin demasiado qué destacar (apenas recuerdo un tiro lejano de Píriz, que salió a las manos de Rolero). Nosotros buscamos el 4° gol, pero sin demasiado ímpetu, sabiendo que el rival se había rendido y ya no hacía mucho más que aguantar la diferencia. El espectáculo se trasladó entonces a las tribunas, con el público manifestando su algarabía por el triunfo ante un rival que, pese a las bajas, era complicado.
Formamos con Burián (mero espectador del partido); Placente (solvente en la marca, no subió demasiado), Scotti (mejoró el rendimiento, redondeando un buen partido), Rolín (sigue en gran nivel) y Núñez (subió menos que en otros partidos y quizás por eso su actuación defensiva fue mejor); Calzada (para mí fue de los mejores de la cancha, tanto en la marca como en el intento permanente de generar juego), Píriz (mejoró su rendimiento y se pareció al de hace un año) y Cabrera (su mejor partido en la temporada, mucho más activo que en otras ocasiones en la creación de juego; tuvo igualmente algunos baches y momentos de lujos innecesarios e improductivos); Viudez (intentó como siempre, aunque fue absorbido por la marca rival, quizás jugar por izquierda le jugó en contra), Medina (un león en toda la cancha, desde defendiendo córners hasta peleando pelotas imposibles, pivoteó, ordenó al equipo, e hizo un gol de antología. El mejor de la cancha); y César (flojo partido, empezó mejor de lo que terminó y fue bien sustituído). Ingresaron Vecino (tuvo un buen partido, especialmente siendo que jugó en una posición poco habitual para él), Bueno (fue más que César, anduvo bien por la izquierda, generando peligro, desbordando) y Viera (no tuvo problemas).
Fue un partido extraño, por el amplio dominio que mostramos, en complicidad con una liviandad llamativa del rival. Y eso que el planteamiento inicial de Gallardo, así como los cambios, no parecieron del todo acertados. Además, se dio la curiosidad de que jugamos con línea de 4 contra un sólo delantero y nuestros laterales subieron poco. Esto debió haber causado dificultades a los 3 del medio, que debían enfrentar a 5 de Cerro, pero los dominaron completamente (ayudaron bastante Viudez y sobre todo Medina bajando a la mitad de la cancha (los duelos Medina/O.J. Morales fueron constantes). O sea, nos salió todo bien, pese a que la lógica indicaría que no debería ser así. Quizás el DT sepa mucho mejor que nosotros cómo encarar los partidos; quizás sea la camiseta, quizás la hinchada, o Medina que pelea todo. O una mezcla de todo eso. La verdad es que estamos primeros en la Tabla Anual aún y seguimos en carrera por el Clausura, a 2 de los líderes y con 4 puntos más que los conseguidos en igual cantidad de partidos durante el Apertura.
El próximo rival será Racing en el Estadio el viernes y hay que ir por un nuevo triunfo.
Vamos Nacional!
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