
Anoche derrotamos 1-0 a Argentinos Juniors en Buenos Aires, tomándonos revancha de lo que había sucedido dos semanas atrás en el Parque Central.
El equipo formó con Burián (bien por arriba, no fue demasiado exigido en general y tapó las que le tiraron al arco); Godoy (cada vez me gusta más, aunque no es rápido), Viera (sacó varias por arriba y disimuló bien su lentitud), Coates (sin demasiado trabajo, sacó todo lo que pudo por arriba y por abajo), Núñez (todos los pases mal, pero al menos corrió e hizo lo que pudo, aunque necesitó ayuda que recién se la dio Calzada en la última media hora); Cabrera (cada vez mejor marcando, lástima que ya no participe mucho en ofensiva), Píriz (impresionante despliegue en la marca, le ganó a todos en todo el partido, incluso cansado al final), Flores (poco activo, se destacó igualmente su insistente presión); Viudez (corrió por todo el lateral y fue lo más peligroso arriba hasta que se cansó), el Morro (hizo el gol, peleó todas y ganó varias, tuvo otros dos o tres goles que erró de forma poco creíble) y Porta (participó poco). Entraron Gallardo (le faltó un poquito para embocar un buen pase o un tiro al arco, pero anduvo bien), Calzada (su función fue ayudar a Núñez e incluso se dio el lujo de subir un par de veces) y Pereyra (mal en los pases, fue el más flojo de los que entró).
La victoria fue totalmente justa, porque jugamos mucho más enchufados que ellos y los dominamos durante los primeros 35 minutos del partido. Con una presión constante en la mitad de la cancha, liderada por un Píriz exuberante, pero con gran participación de Cabrera e incluso de Flores y de Viudez cuando bajaba, revertimos completamente lo sucedido en casa.
Flores juntándose con Porta por izquierda y Viudez con Cabrera por derecha causaron estragos en una defensa de Argentinos Juniors que cometió muchísimos errores. Aquella sensación de excesiva fragilidad que dio el equipo argentino aún en la victoria en Montevideo, se potenció ayer. Fue un equipo sin marca en la mitad de la cancha y apenas con algo de salida por su sector izquierdo buscando centros al 9 paraguayo.
En los primeros 35 minutos ellos nos llegaron apenas una vez con un pelotazo muy buen puesto a espaldas de Coates que el 9 cabeceó débil. Nosotros estuvimos constantemente llevando peligro al área de ellos, aunque justo es decir que no tuvimos demasiada claridad. Un par de desbordes de Viudez, un offside mal cobrado que de todas formas terminó con mal remate de Porta, un cabezazo del Morro y alguna otra opción que seguro me olvido. Pero jugamos en campo de ellos, a tal punto que antes del gol nuestro, el DT de ellos ya ensayó un cambio para darle más fútbol a su equipo, que no generaba nada.
El gol llegó con un pelotazo de Burián que peinó Porta. El Morro le peleó la pelota a un zaguero que llegó antes, pero se confió, y logró quitársela para rematar cruzado y hacer el 1-0.
Iban 33 minutos.
A partir de entonces llegó, curiosamente, nuestro peor momento en el partido. Argentinos nos llegó por las bandas, el mismo argumento que aquí, especialmente por nuestra derecha, pero también por nuestra izquierda cada vez que Núñez quedaba mal parado. Tuvieron al menos tres chances claras de gol, incluyendo un remate que pasó cerca del palo cuando Burián quedó parado.
Igualmente el primer tiempo termino 1-0 para nostros y de forma merecida.
En el segundo tiempo nuestra postura fue claramente defensiva. buscando contragolpes. Carrasco puso a Gallardo por Flores, y el equipo se dedicó a sacar la pelota recostado atrás con 8 hombres (porque Viudez y Porta bajaron a cubrir los laterales -¡al fin!-) y Gallardo intentando habilitar al Morro.
El propio Morro peleó una pelota y llegó al área pero definió mal ante la salida del arquero, cruzado y afuera.
Con la entrada de Calzada y Pereyra por Porta y Viudez, el equipo decididamente se plantó con dos líneas de 4 -donde alternativamente Cabrera, Pereyra o Calzada se iban adelante- y Gallardo a tirarle pelotazos al Morro. Desde mi punto de vista, y aunque a la larga salió todo bien, creo que fue demasiado arriesgado. El Morro estaba cansado ya y hubiera sido bueno que entrara Fornaroli para aprovechar los contragolpes.
En ese segundo tiempo Argentinos tuvo dos chances claras de gol que no supieron definir, con subidas por nuestra izquierda, pero nosotros tuvimos varios contragolpes. Uno de Viudez que se demoró en definir y luego el Morro definió mal, un par de pases de Gallardo que el Morro no alcanzó, un par de tiros de Gallardo (uno de ellos viniendo Calzada sólo por la izquierda) y un par de aproximaciones más al final cuando ellos quedaron con sólo 2 en el fondo.
Atrás, por arriba, Coates y Viera sacaron todo (o casi) y Píriz marcó a todo el mundo, con ayuda de Calzada, Pereyra y Cabrera; aunque, para mi gusto, demasiado tirados atrás lo cual nos dejó a todos con el corazón en la boca hasta casi el final.
En definitiva, un gran triunfo que nos devuelve las chances de pasar a la siguiente fase y que demuestra que el bolso nunca está muerto. Y si no que lo diga la gente que fue (esta vez no fui, no pude): más de 4000 personas fueron a ver al último de su grupo, pagaron un viaje, una entrada absurdamente cara y fueron locales en un estadio argentino, allí donde dicen más se alienta en el mundo.
Porque fuimos locales, de principio a fin. En ese estadio jugó Vélez hace 10 días y no se escuchó tanto como la banda del bolso. Revisen videos.
Esto es Nacional. Un sentimiento que va más allá de momentos.
No como otros...
Vamo' el bolso!
La entrada a la cancha y el gol
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