Ayer perdimos ante Fénix por 2 a 1 en el Estadio Centenario y, si bien en el primer tiempo mostramos algo de buen fútbol e hicimos méritos como para ganar, en el segundo tiempo jugamos rematadamente mal y dimos lástima en todos los sectores del campo.
Carrasco empieza a dar signos de desconcierto y muchas cosas que hace parecen no tener sentido. Aunque no sé si es justo culparlo por los cambios que hizo ayer (ingresaron Vigneri y Anderson Silva por Flores y Píriz -el primero de mal partido y el segundo con amarilla y jugando mal), creo que sí es responsable por mantener la línea de 3 en el fondo, principal razón por la que nos llegan con suma facilidad al arco.
En el primer tiempo fuimos más que Fénix. Porta fue punzante por derecha, Flores dentro de un mal partido hizo un par de buenas jugadas, Peralta hizo de las suyas por izquierda y por el centro, y en general Píriz en el medio y Cabrera por el lateral izquierdo, solucionaron los problemas de la línea de 3.
Tuvimos 3 pelotas en los palos en el primer tiempo: un cabezazo del Morro en el ángulo al minuto de juego, un tiro de Peralta tras notable jugada y luego otro tiro del Morro (estos dos últimos ya con el partido 1-0).
El gol fue a los 15 tras un córner creo que forzado por Porta, un cabezazo en el primer palo y el propio Porta llegando en el segundo la mandó a guardar. Hasta ahí todo parecía bien, pero repentinamente nos quedamos en la cancha y permitimos al tímido Fénix tener la pelota e inquietar un poco con tiros lejanos o con algún desborde.
En esos minutos de dominio de Fénix y absoluta falta de intención ofensiva nuestra (Flores se dedicó a pasar la pelota atrás, Pereyra ni la tocó, Cabrera jugaba de lateral izquierdo), fue todo sumamente aburrido. Recién la jugada de Peralta que dio en el palo despertó al Estadio y al partido y en los últimos 10 minutos se nos vio con mayor intención ofensiva. Cerca de la hora el Morro pudo haber hecho el segundo, pero todo terminó 1-0.
En ese primer tiempo jugamos con Muñoz (casi no la tocó); Marques (lento), Lembo, Coates (sin sobresaltos ninguno de los dos, aunque muy reclinados hacia el lado de Marques, dejaban la izquierda descuidada); Pereyra (figura nominal en esa primera parte), Píriz (muchas faltas, y algo lento ante jugadores más rápidos, terminó con amarilla), Cabrera (casi un lateral izquierdo, fue el que más corrió del equipo, llegando de una línea de fondo a la otra); Flores (bien por momentos, pero lento por otros, llegando a fastidiar... no es un enganche); Porta (corrió mucho, fue de lo mejor del equipo, cambiando de lado a veces con Peralta, pero no terminó bien casi ningún centro), García (hizo poco y nada, amén de dos pelotas en los palos) y Peralta (apareció en cuentagotas).
En el segundo tiempo entraron Anderson Silva por Píriz (espantoso el brasileño, una pasmosa pasividad a la hora de moverse por la cancha, apenas y tuvo algunos quites relevantes, pero en general fue horrible su desempeño) y Vigneri por Flores, yendo de puntero derecho, Porta quedando en la izquierda y Peralta en el medio.
La jugada hasta parecía coherente, pero Peralta jugó espantoso, no acertó un pase; encima Pereyra fue muy individualista y perdió todas las pelotas torpemente. Así que los de arriba quedaron solos, intentando como podían, y los de abajo regalados ante cualquier contragolpe.
El empate fue a los dos minutos, cuando Silva pierde una pelota en el medio, Coates no llega y en un mano a mano con Muñoz nos hacen el gol. Luego, en la hora, tras una jugada similar (por la izquierda de nuestra defensa) luego de varios rebotes y despejes defectuosos, alguien queda solo contra Muñoz por la derecha y hace el 2-1.
Lo único destacable de nosotros en esa segunda parte fue el ingreso de Fornaroli por Pereyra (lesionado), quien intentó, luchó, bajó a buscar la pelota e incluso tuvo un tiro que rozó el palo.
Poco si lo que queremos es salir campeones. Por como venimos jugando, yo ya descartaría tal posibilidad; pero hay que tenerse fe.
El martes debutamos en la Copa, jugando en la altura de México DF contra un grande de allá. Parada dificilísima, pero hay que ir con todo.
Vamo' el bolso!
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