Atípica victoria

En la noche de ayer domingo obtuvimos una victoria atípica desde todo punto de vista. Atípica en los últimos años, porque nos cuesta muchísimo ganar de visitantes ante los fusionados al Sporting (y ganar de visitantes en canchas chicas en general), pero además porque hubo 4 penales sancionados y otros tantos reclamados; y también porque controlamos el partido casi totalmente, pero en los minutos finales casi se nos complicó también totalmente.

Desde el primer minuto presionamos bien a D. Sporting y fuimos protagonistas absolutos del juego. Ellos se vieron reducidos al contragolpe, y tuvieron mucha dificultad para recuperar la pelota lejos de su propia área. Hubo un buen trabajo de Carballo, y un aceptable trabajo también de Ramírez y Tabó cuando bajaron unos metros (no así en su labor ofensiva en general). López fue una pesadilla para la defensa rival y Gamalho aportó lo suyo también. Fucile también colaboró en la función ofensiva, y el equipo dio la sensación de maniatar al rival desde un comienzo.

Tras un primer penal polémico que falló López, Ramírez hizo el 1 a 0 tras subida de Carballo y rebote que le quedó a él. La definición no fue buena (de hecho, el remate fue como un último recurso para no perder la pelota), pero el arquero tuvo una pobre reacción.

D. Sporting empató rápidamente, yéndose arriba y aprovechando cierta desconexión permanente que mostramos en el doble cinco (un doble cinco más preocupado por atacar que por defender): Romero no fue a buscar el rebote al borde del área y Nico Olivera venció a Conde con un tiro difícil y esquinado, pero en el que también dio la sensación de que el arquero pudo reaccionar mejor.

En el resto de la primera mitad fuimos más, pero nos costó tirar al arco. López volvió a mostrar ciertas fallas de definición, Leo Gamalho no tuvo ninguna pelota en el área, y Tabó y Ramírez, de buen labor al bajar, se diluyeron totalmente en los alrededores del área.

Pero un nuevo polémico penal (para mí bien cobrado, pero es cierto que muchas veces no se cobra: una mano involuntaria cuando la pelota le quedaba a Victorino) le permitió al Diente la revancha, e hizo el 2 a 1. Y cerca del final del primer tiempo, tras una pelota peleada por Gamalho, Carballo hizo un golazo y pareció sentenciar el partido con el 3 a 1.

En la segunda mitad D. Sporting fue más, pero sin ideas. Nosotros fuimos los que esperamos y contragolpeamos, y así llegamos al 4 a 1, tras penal sobre Gamalho (tontísima falta, cuando seguramente el 9 no iba a llegar a la pelota de todas formas), y tuvimos un par de chances más de liquidar, pero fallamos en la definición.

El fusionado al Sporting siguió presionando, metió gente en el área y pudo descontar tras quedo defensivo (Eguren habilitó a un pueblo, y Fucile descuidó a Romario Acuña) y entonces pasamos a sufrir el juego. El rival protestó un penal faltando 10 minutos (que no se cobró) y contó con otro penal casi sobre la hora (bien cobrado, por infantil mano de Espino); pero Conde atajó el remate de Olivera y selló así la victoria.

Debo decir que el arbitraje no me gustó. Los penales, mal o bien, fueron todos. Quedó ver ese penal cerca del final protestado por ellos (no hay cámara que muestre nada), pero el árbitro acertó con otras dos protestas desestimadas: una con el partido 0-0 a favor de ellos (no fue penal de Polenta, el jugador se tiró al sentir contacto) y tampoco fue penal contra Victorino cuando íbamos 1 a 1 (ambos jugadores se agarran). Lo que no me gustó fue que dejó pegar muchísimo. López pegó un par de veces y pudo ganarse la amarilla (o la doble amarilla), y a él le pegaron feo también; el Colo Romero tuvo una amarilla tonta y pudo irse expulsado también; pero lo más grave fue lo que hizo Nicolás Olivera, quien dio tres patadas arteras que debieron significarle la roja en el primer tiempo, mucho antes que cualquier otra polémica.

Formamos con Conde (tuvo dos buenas atajadas con el partido 4 a 1 y 4 a 2 que resultaron claves); Fucile (mal en la marca, como casi siempre, tuvo un regular primer tiempo en el plano ofensivo, donde tiró algunos centros espantosos), Victorino (buen partido en general), Polenta (tuvo algún problema en el primer tiempo, pero cumplió más que bien durante todo el juego) y Espino (como siempre, el punto débil del equipo, por destrozo); Carballo (uno de los mejores, no sólo por el gol, sino por el armado en general del juego y la marca) y Romero (mal partido, tosco por momentos, está claro que necesita un descanso); Tabó (flojo partido), López (con la pelota en los pies fue una pesadilla para el rival, pero defnió mal casi siempre, jugó algo ofuscado, pero cumplió), Ramírez (desaparecido; a pesar del gol, no me gustó nada); y Gamalho (buen partido, aunque su labor fue más la de segunda punta que la de 9). Ingresaron Barcia, González y Eguren (por Tabó, Gamalho y Romero) y el equipo -como suele suceder, lamentablemente, cada vez que Munúa hace cambios- bajó notablemente su producción, a punto tal que casi daba la sensación de que nos lo empataban si se jugaban 5 minutos más.

En definitiva, fue una buena victoria. ¡Cómo no serla si hacía 10 años que no ganábamos en el Franzini (incluyendo contra otros rivales, no sólo D. Sporting)! Pero a mí me dejó un regusto amargo por varias razones: por termina ahogados por el rival, sin siquiera sacar un contragolpe pese a que ellos estaban jugados; por lo poco positivos que siguen siendo los cambios de Munúa; por el hecho de necesitar penales para anotar goles, porque parece que a nuestros delanteros (López incluido) se les nubla el cerebro cuando pisan el área.

Siguen siendo cosas por mejorar (el meternos atrás sin dejar que nos peloteen; el terminar bien las jugadas de ataque) y cada vez falta menos para el final del semestre, así que no hay mucho tiempo para mejorarlas. Pero confío en este plantel, y sé que darán todo para suplir cualquier falencia.

El jueves jugamos contra Rosario Central por la Libertadores y con un empate seremos primeros de grupo; pero sería bueno ganar, para intentar no ser los peores primeros (lo cual nos haría cruzar contra algún buen segundo, y en la siguiente fase contra el supuesto "cuco" que es Atlético Nacional, o algún mexicano en la altura).

Así que, ¡a ganar o ganar!

Vamo' Nacional!