Anoche derrotamos al CAP 3 a 1 en un partido en el cual la diferencia mayor entre ambos equipos fue la intensidad, la entrega, las ganas... algunos dirían los huevos.
Hubo chispazos de buenas intenciones de ambos equipos, pero nosotros jugamos con mayor energía, copamos por momento la mitad de la cancha y tuvimos mucha más movilidad en los hombres de ofensiva y presencia en la zaga. Erramos muchos pases, especialmente en el primer tiempo y sólo por eso la victoria no fue mayor, ante un rival apático que abusó del pelotazo por sistema.
Los primeros minutos fueron parejos, con idas y venidas. Ellos un poco más verticales, nosotros abusando por momentos de pases laterales. Pero tuvimos más la pelota y generamos algo más de peligro. El arquero rival tuvo una tapada doble ante remates de Fernández y Ramírez (creo), en un contragolpe que pudo darnos el primer gol promediando el primer tiempo. A partir de ese momento dominamos la mitad de la cancha y merodeamos el área rival casi constantemente.
Jugamos mucho por el lado de Espino, quien volvió a mostrar carencias serias en cuanto a recursos, pero igual la sensación era que estábamos cerca del primero.
El gol llegó tras un tiro libre indirecto notablemente rematado por papelito Fernández, bajo, al primer palo. Faltaban sólo 6 minutos para que terminara la primera parte e incluso daba la sensación de que podíamos lograr algo más.
Pero un regalo de Kevin Ramírez en la mitad de la cancha permitió el empate en la última jugada de los 45 iniciales, cuando Fucile se llevó por delante un centro y concretó en propia meta.
El resultado era sumamente injusto por lo visto entre ambos equipos, especialmente durante los últimos 20 minutos de esa primera mitad.
En la segunda mitad ellos arrancaron un poco más movedizos, con cambios que procuraron sacarle un poco de frío a su ataque y poner, quizás no más fuego ni ganas, pero sí algo más de calidad. Y nos costó un poco. Los primeros minutos de la segunda mitad fueron nuestros peores momentos. Por suerte, en un veloz contragolpe, un zaguero de ellos recibió la segunda amarilla y eso nos facilitó las cosas.
No inmediatmanete, porque hay que decir que al principio ellos se metieron bien atrás y nos cerraron los caminos, contragolpeando con algo de peligro a través de jugadas individuales, talenteo puro y duro; pero poco a poco nos adueñamos del partido una vez más. Mucha movilidad de Barcia, Fernández y Ramírez, buen trabajo de Espino (pese a sus limitaciones) y Fucile. Interesante movimiento de balón conducido fundamentalmente por González y Porras. Y en medio de ese dominio, llegó el 2 a 1: tremendo zapatazo del Colo Romero desde lejísimos.
Y el CAP murió a partir de entonces, y se dedicó a defenderse para no pasar un papelón.
Hubo una muy buena labor de todos los de arriba, no sólo en las funciones ofensivas, sino también en la marca. Robaron varias pelotas, molestaron en la salida; y en cierta ocasión así la pelota le quedó a Nico López, recién ingresado, quien encaró a la defensa y fulminó al arquero para liquidar el juego.
Luego pudimos hacer el cuarto en un par de ocasiones, aunque a decir la verdad el equipo jamás apretó el acelerador. Una lástima, porque el rival estaba perdido, apelando a pegar (en ese sentido hay que decir que el árbitro tuvo una pésima actuación: expulsó a uno y luego perdonó varias patadas feas) y sin reacción alguna.
Jugamos con Conde (seguro, aunque no fue exigido demasiado); Fucile (jugó con personalidad, puso toda su carpeta para ganar su sector; y creo que ni siquiera puede criticársele el gol en contra), Cabaco (gran debut, dio la sensación de que hacía años jugaba partidos como éstos, y no de que era su debut absoluto en Nacional), Polenta (gran partido, solventando algunos errores del clásico pasado en cuanto a timing) y Espino (cumplió, pese a seguir siendo el punto débil del equipo, con mucho ida y vuelta y mucha entrega); González (muy buen partido en líneas generales, fue el motorcito del equipo), Porras (solvencia absoluta, gran partido en la marca, pulmón del equipo en la salida y socio ideal de González) y Romero (un golazo y los huevos de siempre; creo que los del CAP huyen ya al verlo); Barcia (muy buena primera mitad, se fue apagando en el complemento), Fernández (mucha movilidad, quizás algo impreciso, pero siendo gran protagonista del partido) y Ramírez (chispazos buenos y otros chispazos no tanto; igualmente me gustó). Ingresaron Tabó (un par de chispazos interesantes apareciendo por derecha, creo que le faltó más hambre en ataque, especialmente tras el 3-1, buscó más mantener la pelota que ir por el cuarto gol), López (entró y mojó, no se puede pedir más), Mascia, Gorga y Carballo (entraron poco en juego, Mascia con alguna acción interesante peleando contra todos).
En definitiva, gran triunfo. Hay que tomarlo con mesura, porque es un amistoso y seguimos corriendo de atrás en este Campeonato Uruguayo 2015/2016; pero fue un partido que dio para ilusionarse. La entrega no se negocia jamás, y en esta ocasión le agregamos pasajes de buen fútbol.
Hay que seguir por este camino, para llegar a buen puerto a mediados de año. El único problema que noté fue el exceso de pases mal dados en situaciones complicadas (así nos empataron), hay que ajustar eso y aprender a mandar la pelota al diablo si es necesario (especialmente ganando y faltando pocos segundos de juego).
Gracias a los jugadores por una nueva victoria clásica y, más que eso, por dejar todo en la cancha y marcar la diferencia con eso.
Vamo' Nacional!
PD: ¿quién tuvo la genial idea de poner el banco de suplentes del CAP hacia la Colombes? ¡Ese dizque "Profesor" casi nos congeló a todos con el frío terrible que sale de su pecho!
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