El sábado perdimos 2 a 0 en Jardines del Hipódromo y prácticamente le dijimos adiós al torneo Apertura (sólo nos mantuvo con vida el empate del C.A. Pechofrío ayer domingo).
El partido me dejó sensaciones encontradas. Si bien en un principio la sensación que me dejó el equipo fue de terror, de un pésimo juego; con el pasar de las horas me fui dando cuenta de que no jugamos tan mal como en otras ocasiones. De hecho, creo que incluso jugamos mejor que en el clásico; con menos intensidad, menos huevo quizás, pero con mejor trato de pelota.
Pero hubo dos errores groseros de Conde y Polenta (ambos errores de ambos jugadores) que nos costó el partido. Uno al principio de cada tiempo.
A los 4 minutos de juego, tras quedar mal parados en la salida de un córner, Grossmuller definió solito frente a Conde, pasándosela a nuestro arquero, quien reaccionó mal y dio un rebote innecesario (créanme, el rebote fue más fuerte que el remate del rival, que fue un tirito sin mayores consecuencias) y Polenta se llevó por delante la pelota para marcar el 0-1.
El equipo se fue arriba entonces, tuvo la pelota, intentó, pero generó muy poco. Danubio, carente de recuperación en el medio, nos espero bien parado y cuando tuvo la pelota la hizo circular y se movió bien por la cancha en velocidad, aprovechando que nosotros somos el equipo más lento del mundo hoy en día. No buscó el arco nunca, pero nos hizo ir de un lado al otro.
Cuando la tuvimos nosotros, intentamos cuidarla, pero nos faltó juego asociado por bajo arriba. La mayoría del tiempo caímos en el pelotazo frontal de Nacho González (9 de cada 10 veces mal dados, muy fuertes a cualquier parte) o los centros de tres cuartos de cancha con aún peor efectividad.
Las pocas veces que intentamos por abajo morimos con el pivoteo de Alonso para tiro de alguien que viniera de frente (Porras en general, alguna vez González) o con centros espantosos de Espino.
No se nos caía una idea ni por decreto.
Igualmente la defensa de Danubio mostró muchas falencias y a puro bombazo les generamos dos chances clarísimas en la primera mitad; una de Fernández, que definió afuera contra el primer palo (Fernández define mal 9 de cada 10 veces, con la buena fortuna de que cuando define bien es gol) y otra de Alonso, que tiró por arriba una inmejorable chance (justo es decir que antes del 0-1 ya había tenido un cabezazo que se fue apenas afuera).
En el segundo tiempo salimos presionando arriba, pero en el primer contragolpe Polenta se dejó garronear una pelota, hizo una falta casi sobre el córner. Grossmuller tiró el centro bajo al primer palo, a Conde se le escapó la pelota como si estuviera enmantecada (o él tuviera manteca en las manos) y llegó el 0-2 de Olivera.
Y fin del partido.
Luego de eso intentamos, fuimos arriba con lo que teníamos, nos descuidamos en el fondo, pero no generamos mucho más que algunos tiros libres (todos mal ejecutados, por Alonso o González) o remates al medio del arco (del propio González) y algún cabezazo aprovechando las deficiencias rivales.
Al igual que en el primer tiempo, cuando no tiramos pelotazos y buscamos por abajo, o Barbaro erró en el último pase, o Barcia dio vergüenza ajena intentando desbordar (hubo una ocasión en la que su centro salió casi perpendicular a la línea de meta... fue penoso).
Fue un mal partido, igualmente perdido por errores propios, ante un rival que demostró tener serios problemas defensivos que no supimos aprovechar.
Para colmo de males Gorga se lesionó en la primera mitad, ingresando Malvino (de aceptable partido, justo es decir), luego Munúa hizo entrar a Barbaro (regular partido) por Abero (espantoso) y a Barcia (horrendo) por Espino (lamentable); y Alonso se lesionó poco después, debiendo salir y dejándonos con 10 hombres por un buen rato en la segunda mitad, lo cual facilitó mucho más el trabajo del rival, quien se dedicó a pizarrear en lugar de meter goles... o el partido pudo haber terminado en una goleada mucho más abultada.
Poco hay para destacar en lo individual. Conde fue espantoso; Fucile una sombra, Gorga se lesionó, Polenta bancó todo pero se equivocó en ambos goles, Espino fue un cúmulo de errores en ataque y en defensa; Porras anduvo bajo, de Eguren sólo me gustó su liderazgo en la cancha, intentando ordenar a un equipo quebrado, Abero no sabe a qué juega en este equipo y es incomprensible que haya jugado tantos partidos; Nacho González hizo lo que pudo, pero falló mucho en el último pase y en los tiros libres; Alonso se fue apagando poco a poco hasta lesionarse, y Fernández otro tanto. De los que ingresaron me gustó Malvino (lo vi mucho mejor que en su último partido ante Wanderers), me volvió a dejar alguna buena sensación Barbaro, y me volvió a dar lástima Barcia (es un 9 y de puntero ya no puede jugar más, porque ya dio todo lo que puede dar en Nacional, que es mucho más de lo que debería haber dado según sus condiciones para ese puesto).
Vale decir que el partido tuvo varias polémicas. Un penal a favor de ellos cuando iba 1-0 y tres jugadas que pudieron y debieron haber sido rojas para jugadores danubianos: un patadón de Grossmuller a los 20 de juego, aun peor que el de Forlán en el clásico; un codazo a la cara contra Fucile de un zaguero de ellos al borde del área (incluso pudo ser penal) y una patada desleal de Olivera contra Barbaro (creo) que aún no puedo creer que no haya sido roja directa (pelota de un lado, jugador del otro, y el pie del delantero fue directo a la pierna de nuestro jugador, una vergüenza).
Independientemente de esas polémicas arbitrales, hay mucho por mejorar aún. Van 13 partidos del torneo local, más 4 de la Sudamericana y varios amistosos y el equipo parece aún en pretemporada: cero juego colectivo, cero jugadas preparadas, cero conocimiento de las posibilidades de cada compañero de equipo, cero estudio de las fortalezas y debilidades del rival, cero velocidad, e incluso lesiones musculares... una verdadera pesadilla digna de un febrero de calor. Hay que pensar en reforzar este plantel, que ya no puede dar mucho más (llevamos ganados 45 puntos en 28 partidos este año 2015 -24 en este torneo, 21 en el pasado-, es una vergüenza)... y no sé si ya no es necesario un cambio de DT, porque se nota a las claras que ya no sabe qué más hacer para que este equipo rinda de forma mínimamente aceptable.
El domingo que viene enfrentamos a Rentistas en el Parque y debemos ganar o ganar para aún tener chances de ganar este torneo... algo que podría darse aún, conociendo los antecedentes diarréicos de nuestro tradicional adversario, pero que sería demasiado premio para nosotros, que hemos hecho un semestre absolutamente lamentable, en el que sólo se puede destacar el triunfo ante Defensor y la no derrota en el Clásico, pero en el que incluso hemos hecho más puntos de los que merecemos.
Pese a todo, vamo' Nacional!
No hay comentarios:
Publicar un comentario