Fuimos dominados, pero ganamos

Ayer derrotamos a Wanderers por 2 a 0, en un partido en el que fuimos dominados por el rival la mayor parte del juego, pero al cual supimos golpear cuando era necesario para poder derrotarlo.

De cierta forma, el partido se puede dividir en tres momentos: la primera media hora, con un ida y vuelta en el que Wanderers fue un poco más prolijo, los 15 minutos finales del primer tiempo en el que lo metimos contra un arco, aprovechando cierta imprecisión y nerviosismo de ellos (fue cuando conseguimos el 1 a 0) y el segundo tiempo, en el que ellos tuvieron la pelota todo el tiempo y nosotros nos refugiamos en nuestra cancha y buscamos contragolpear.

Jugamos con Munúa (atajó una pelota muy buena que le tiraron de lejos por arriba de su cuerpo, y poco más -Wanderers no embocó tiros al arco: fueron afuera o al palo-); Romero (buen partido en la marca, tanto cuando jugó en el lateral como cuando pasó al mediocampo, y buen trato de pelota, es una de las claves cuando atacamos para generar vértigo), García (seguro por arriba, expeditivo para alejar el peligro del área), Polenta (el mejor en el fondo, cubrió las espaldas de Espino constantemente) y Espino (el peor en el fondo, le ganaron la espalda constantemente, en especial en el segundo tiempo); Arismendi (buen trabajo en la marca, jugó más suelto en el medio y hasta se animó a hacer de puntero en varias ocasiones), Porras (otro buen trabajo en el medio, es el jugador clave del equipo -aparte de Alonso-) y Nacho González (jugó 10 minutos y se fue lesionado); Pereiro (un par de avances criteriosos y poco más, no justifica su titularidad, porque ni aprovecha la punta para avanzar por ahí, ni colabora luego en la marca cuando no tenemos la pelota), Alonso (cabeceó doscientos pelotazos, presionó constantemente a la línea de fondo rival, le faltó el gol, pero fue el único valor destacable de los de arriba) y De Pena (hizo un gol, le sirvió otro a Alonso -que éste erró-, pero en realidad no tuvo un buen partido: le faltó criterio para crear peligro por su sector y en la marca no hizo demasiado, más allá de que -a diferencia de Pereiro- al menos cubrió su sector). Entraron Recoba (un golazo y varios pases notables redondearon un gran partido, le faltó algún socio en el traslado, porque ni Pereiro ni De Pena estuvieron a la altura), Álvarez (entró por Pereiro para que Romero pasara a fortalecer el mediocampo, algo que fue acertado por parte del DT) y Calzada (para cerrar el partido, ingresó por Recoba cerca del final).

Como dicho antes, el primer tiempo se caracterizó primeramente por un dominio relativo de Wanderers. Nosotros no presionamos muy arriba y eso les permitió tener la pelota y salir tranquilos. Pero no nos generaron demasiado peligro (apenas algún tiro de afuera del área o algún centro o tiro libre que no fue bien conectado), en tantos nosotros tuvimos más o menos las mismas chances: tiros de afuera del área y centros buscando a un Alonso que peleó todo por arriba y por abajo, pero no pudo concretar.

Luego de la media hora de juego, Wanderers cayó estrepitosamente en su juego, empezó a pasar mal la pelota (quizás porque nosotros lo presionamos más) y Recoba metió algunos pases notables que pudieron ser gol de Alonso o De Pena. Pero realmente no generamos mucho peligro real, sólo tuvimos vértigo y pusimos en aprietos a la defensa rival, aunque ésta supo salvar la situación.

Hasta que llegó el golazo olímpico de Recoba: centro cerrado, alto, al ángulo del segundo palo; y dedicatoria a la gente del sector 1 de la Atilio García que le pidió unánimemente el gol olímpico, y a la parcialidad rival, que seguramente le pidió algo similar.

El segundo tiempo fue un monólogo del bohemio. Tuvo la pelota (gran trabajo del 15 de ellos, y del 14 hasta que fue sustituído), y generó algunas chances tanto por el medio como por el lado izquierdo nuestro, a espaldas de Espino. Tuvieron dos pelotas en los palos que bien pudieron haber sido el gol del empate.

Sin embargo, el DT rival hizo cambios arriesgados y dejó desprotegida la defensa (generalmente eran 2 contra Alonso y De Pena), y en una jugada en la que Alonso peinó la pelota tras un pelotazo, De Pena le ganó en velocidad al otro defensa, encaró al arquero, lo eludió e hizo el 2-0.

Partido liquidado a los 77 minutos. El resto del juego fueron algunos intentos ya desanimados del rival (pese a que tuvieron una tercera pelota en el palo) y varios contragolpes nuestros en los que pudimos hacer el tercero (dos de ellos clarísimos: un tiro al palo de Alonso, y otra jugada en la que De Pena le robó la pelota a un defensa rival, se la cedió al 9, y éste no pudo definir pese a eludir al arquero).

En definitiva fue un partido ganado en base a la contundencia y la concentración, pero no en base al juego. De cierta forma, fue un partido similar al de El Tanque: un primer tiempo entreverado con 15 minutos finales muy buenos y un segundo tiempo de puro pelotazo a un Alonso solísimo arriba. La diferencia fue que no cometimos errores que nos costaran dos goles, y que íbamos ganando en esa segunda mitad, lo cual nos permitió meternos definitivamente atrás y apelar a esos pelotazos.

El domingo que viene jugaremos contra Rampla y hay que ganar o ganar para seguir ilusionándonos con el campeonato.

Vamo' Nacional!