
Ayer jueves, Nacional derrotó 2-1 a San Martín de Perú, en un partido muy disputado y parejo.
Creo que a la larga merecimos ganar, pues buscamos más que ellos y, por momentos, jugando bastante bien.
El equipo peruano esperó pacientemente con dos líneas de cuatro, tocó la pelota e intentó aprovechar los espacios, pero le faltó pegada. Los primeros quince minutos fueron de dominio de ellos, pero luego acomodamos un poco las marcas y fuimos controlándolos.
Ya en la primera parte, los defensas de ellos mostraron que, aunque eran veloces pese a su altura, tenían enormes deficiencias, pero ni Medina ni Mondaini pudieron aprovecharlas.
Fue Federico Dominguez, quien, con un soberbio tiro libre puso el 1-0 cuando no habíamos generado demasiado peligro, y por un momento dio la sensación de que los teníamos dominados y podía caer el 2-0 en cualquier momento. Lamentablemente, en el 3º o 4º error defensivo (llamémosle distracción, mala ubicación, o lo que fuere) de Matías Rodriguez -que tuvo un primer tiempo para el olvido- ellos nos empatan.
1-1 al entretiempo.
En la segunda parte el equipo mejoró bastante. Medina, como siempre, luchó y perdió en todas (lo dije más de una vez: es lento y no es alto, no puede ganar ni en velocidad ni por alto, por más que realmente se empeñe en hacerlo). Mondaini hizo lo que pudo, aunque centralizaba mucho sus avances: fueron pocas las veces que intentó abrirse y dejar espacios. La mitad de la cancha extrañó a OJ (Arismendi no pudo soltarse casi nunca), pero cumplió, Fernández volvió a ser el mejor (incluso en los errores en la entrega, al menos mostró criterio en la intención) y Diego Rodriguez jugó de forma aceptable.
En la defensa, Domínguez no sufrió a la hora de marcar y fue criterioso al subir (en los minutos finales llegó a aparecer casi de enganche), el Hueso Romero jugó uno de sus mejores partidos en la marca, pese a que alguna vez subía y no bajaba, dejando a Galain -que también tuvo buen desempeño- sólo contra rivales más veloces; y Matías Rodriguez mejoró mucho en los segundos 45 minutos, fundamentalmente marcando y cerrando su lateral.
Sin embargo, el equipo no logró vulnerar a la visita. Y chances tuvimos. Pasada la media hora y con el equipo tirado arriba, ellos también tuvieron sus chances -siempre culminando rematadamente mal-, y Pelusso hizo los cambios... los cuales no aportaron demasiado, pese a que sí influyeron en el resultado final.
El Morro entró por Medina e hizo lo mismo que él: chocar con los altos defensas rivales sin poder ganarles en velocidad. Lodeiro entró por Diego Rodriguez y fue de lo mejor en los últimos minutos, juntándose con el Morro o con Federico Domínguez. Más cerca del final entró Blanco por Fernández, pero no hizo nada más que un par de enganches buscando la falta.
Ya cuando se iban los 4 minutos adicionados por el chileno Chandía, en un córner levantado por Domínguez, tres jugadores nuestros llegaron a la pelota frente al arquero rival, aprovechando el quede defensivo, entre ellos Lodeiro, quien conectó de cabeza y marcó el agónico 2-1.
Recuerdo a alguien sentado a mi lado en la Atilio García que dijo "Golero P*** te van a faltar los minutos" aludiendo a las cosntantes acciones del arquero rival buscando consumir minutos.
Tuvo razón.
En fin... a segunda hora, River le ganó agónicamente (y con polémica) a Nacional de Paraguay 1-0, así que compartimos la punta del grupo con ellos.
La semana que viene sigue la copa.
Saludos!
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